MI JEFE PERVERTIDO

Capítulo 9 —Mi secretaria

Allie:

Una vez en el baño y lejos de todos, pude calmarme y respirar profundo. ¿Como podía ser el dueño de esta empresa?. Negué sintiéndome sorprendida, ¡qué día tan loco!.

Pensé en las miradas que me dio Noah y no fue ni siquiera discreto, coqueteó conmigo delante de sus empleados, ¿Dios que iba a hacer?.

Pensé que esta vez sería diferente, que Noah sería un hombre más serio pero me equivoqué y fuera de eso era mujeriego. No podía caer de nuevo en esta situación.

Respiré profundo, de todas formas no importa, no creo que me contraten, había mujeres más hermosas que yo.

En ese momento mi móvil vibró con una llamada, era un número desconocido pero igual contesté —Hola —respondí.

—¿Allie?, hablas con Verónica, sé que es muy pronto y faltan otras pruebas pero estás contratado para el cargo de secretaria del CEO.

¿Qué?, casi me caigo al suelo con la noticia.

—¿Enserio? —Pregunté sorprendida.

—Sí, el señor Harrison te quiere en su oficina así que no lo hagas esperar —dijo y con esto colgó.

Observé mi teléfono estupefacta pero ahora de que quería hablar, "tonta es tu jefe" me dije a mí misma, seguro solo quiere hablar de mis funciones, debía ser eso.

Me observé en el espejo y vi que todo mi atuendo estaba en su lugar, así que me dispuse a ir a la oficina del CEO Noah Harrison.

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Cuando llegué al último piso, vi mi oficina de paso, sonreí anhelante, no era pequeña, era muy espaciosa y hermosa.

—¿Te gusta? —dijo una voz conocida cerca de mi oído.

Brinqué y me alejé viendo que era Noah, ¡no se como llegó tan rápido!. —Me asustaste —dije sorprendida y alterada, él estaba demasiado cerca de mí.

—No me digas que me tienes miedo, ayer parecías muy a gusto conmigo —dijo con una sonrisa coqueta y su mirada estaba en mis labios.

—Yo... —Él no me dejó terminar, me tomó de la mano y me arrastró hasta su oficina.

—Señor Harrison, ¿qué está haciendo? —Pregunté. No obtuve respuesta, una vez adentro él me soltó la mano.

—Para ti será Noah, no me llames señor —dijo y asentí. Él se alejó y fue directo a su escritorio—. Siéntate por favor. —Me pidió en un tono seductor que estaba totalmente fuera de lugar para una relación entre jefe y empleada.

No me quedaba más que obedecerle, así que le dije —Está bien.

Me senté en una de las sillas enfrente de él. Noah me observó por un momento y luego se levantó de su silla.

Inmediatamente mi corazón palpitó con nervios, ¿que era lo que estaba haciendo?, él no dejó de observarme hasta que se acercó. Se apoyo en su escritorio delante de mí y se cruzó de brazos.

Respiré profundo para calmarme. Noah empezó a hablar —sí eres mi secretaria, te pagaré mil dólares al mes.

—Me quedé mirándolo con la boca abierta, eso era demasiado, con eso viviría mil vidas.

Él continúa. —También pagaré el lugar donde vives, tu alimentación y demás cosas.

Fruncí mi sueño confundida, no creía que ningún jefe hiciera esto —eso no es necesario —le dije.

—Lo sé pero si trabajas conmigo, tendrás que aceptarlo —dijo en un tono serio y pensé que era lo correcto. Noah se alejó y rebuscó algo en un cajón de su escritorio sacando una hoja y luego me la dio.

La tomé y leí el título en letras negras que decía "Contrato Laboral". —Fírmalo Allie y se sellará el trato —dijo él con voz seria y esto me dio seguridad.

—Está bien, acepto —dije sin pensar y empecé a firmar. Cuando levanté la mirada al rostro de Noah, tenía una sonrisa pícara en sus labios.

¿Pero qué?...

Sin previo aviso, él me tomó en sus manos y me besó con pasión.