Allie:
Al alejarme de ese hermoso hombre de ojos azules y cabello rubio, no pude evitar imaginarlo bailando conmigo y algo más...
Pero en ese instante recordé a Nate y el dolor vino de nuevo a mi corazón. No, no podía tener absolutamente nada con nadie y menos enamorarme.
Me alejé y me encontré bailando con extraños que eran menos peligrosos, estos hombres incluso me tocaban.
Respiré profundo dejándome llevar por las sensaciones, el aire olía a sudor, colonias fuertes y cítricas, pero entonces alguien más se acercó y ese olor me llegó de regreso a la calma, y a una especie de libertad.
Fui consciente de que otro hombre bailaba conmigo, estaba junto detrás de mí, muy pegado a mí debo agregar y no se detenía al tocarme, mis caderas, mi abdomen, incluso aspiraba mi olor como un hombre posesivo y deseoso por mí.
Me sentí inmediatamente mareada por él y en mi despertó un deseo tan lujurioso que justo quería tener sexo con este desconocido. Me iba a dar la vuelta para besarlo pero justo en ese momento se detuvo la música.
Abrí mis ojos y justo ahí caí en la realidad. No debía hacer esto me recordé, no involucrarme con ningún hombre. Me alejé del sujeto sin mirar atrás pero ese olor terroso no se había ido de mí y estaba segura de que el hombre me seguía. Vibre con anticipación y me sentí de nuevo excitada porque me persiguiera.
Me detuve en el bar y sentí a alguien pegarse mucho a mi espalda y sabía que era él. Me di la vuelta para conocer el rostro del extraño y al verlo me volví a sorprender, era el mismo hombre rubio que me encontró antes en la pista.
—Hola me llamó Noah —dijo él con una voz ronca que hizo cosas dentro de mí.
Él continuó. —¿Quieres, beber algo?, yo invito —dijo con una sonrisa encantadora.
Al verlo no parecía un mal sujeto, veía la sinceridad en sus ojos y aunque agradecí no estar bailando con un psicópata, el temor llegó a mi corazón. Él se veía como un tipo del que me podía enamorar a largo plazo.
Necesitaba cortar esto y detener cualquier avance y más cuando vi su traje de corte elegante este hombre respiraba clase y dinero.
Iba a decir algo pero me quedé viendo su corbata y una imagen muy explícita llegó a mi mente, como de Noah atando mis manos con esa corbata.
—Oye —dijo tocándome el brazo para llamar mi atención.
Observé sus ojos y él solo levantó sus cejas viéndose divertido, me sonrojé inmediatamente, él había notado que me había quedado viéndolo como tonta.
—¿No vas a hablarme?, porque no tenías problemas de bailar con otros hombres pero sí conmigo —dijo con irritación y con reproche.
Respiré profundo, sí, necesitaba alejarme de este hombre y sacar mi trasero de este lugar. Noah solo me traería problemas, él era claramente posesivo y eso.... me gustó.
Siempre me vi inclinada por esta clase de hombres. Aunque Nate, mi ex, no tenía nada de esto y me pregunté, ¿qué rayos me había sucedido para fijarme en él?.
Noah era el tipo de hombre acorde a mis gustos. Respiré profundo y tomé una decisión, sume esto al cajón en mi mente donde guardaba las cosas estupidas que había hecho en mi vida y cerré bien la tapa.
Así que sin remordimiento y sin mirar las consecuencias, mire a Noah de arriba abajo con deseo, solo necesitaba una noche, quería que él me hiciera olvidar a Nate, ya enfrentaría todo después.
—Mi nombre es Allie Hamilton —dije extendiendo mi mano que él tomó sin pensarlo y aprovechó para acercarme a su pecho.
Suspiré encantada mis partes de chicas ya estaban calientes.
Acerqué mi boca a su oído. —Solo quiero una noche de sexo —le dije en un susurro. Siempre había sido tímida y controlada pero justo ahora no sé lo que pasaba conmigo.
Me alejé para mirarlo, Noah solo me observó por un instante y me dejé hipnotizar por sus hermosos ojos azules tan confortables para mí, el sentimiento solo me hizo sentir segura.
Él no esperó un segundo más y me besó con urgencia, podía estar avergonzada estábamos enfrente de varias personas pero ¡dah! en los bares sucedía infinidad de cosas.
Así que puse mis brazos alrededor de su cuello y me dejé llevar por el toque de sus labios y su lengua, para este punto me sorprendí no estar completamente derretida en un charco en el suelo.
Juntos nos devoramos en ese beso, pero sin previo aviso él se alejo respirando pesadamente, tomó mi mano y me sacó del bar.
Noah:
La tomé de la mano y la arrastré a la salida, rápidamente encontré en el sin número de autos el mío y nos encaminamos hacia allí.
Le abrí la puerta del auto, Allie hizo un sonido con su boca al entrar. Suspiré esperaba que esto no la asustara, ella pudo ver claramente que mi condición económica no era precisamente inferior yo era uno de los hombres más ricos de esta ciudad.
Quise decir algo pero no, no le mentiría sobre mi estatus social. No hablamos mucho en el camino pero sí había miradas fugaces entre nosotros.
Estaba seguro de que me ganaría el primer lugar en la Fórmula uno, porque conduje tan rápido que llegué en menos de quince minutos a mi apartamento.
Allie no se veía temerosa por mi comportamiento, en sus ojos solo había excitación pero la bruma de deseo se fue de ella un poco, cuando una vez más vio el lugar donde vivía.
Todo el lugar era elegante y lujoso, Allie claramente no encajaba aquí pero podría hacerlo, sí se quedara conmigo y cumpliera mis condiciones.
—¿Quieres tomar algo? —pregunté observando cada movimiento de ella, estaba absolutamebte cautivado.
Allie volteó su rostro hacia mí —si tienes algo fuerte te lo agradecería —dijo apartando rápidamente su mirada y cubriendola con su cabello, parecía algo tímida.
Sonreí, una vez estuviera debajo de mí sin duda le quitaría esa timidez.
Fui rápidamente al bar y le serví un whisky con hielo no la quería borracha, quería que fuera consciente de lo que estábamos a punto de hacer, el hielo ayudaría para este propósito.
Me acerqué y le di la copa, ella me agradeció y sin pensarlo bebió de golpe el whisky e hizo una mueca al final.
Solté una carcajada y le quité con cuidado la copa.
—Oye nena... esto no es agua.
—Lo sé —dijo ella sonrojándose un poco algo que me encantó tome su mano y la llevé a mi cuarto.