Minutos después…
―¿Guao… más comida?―preguntó Jennifer con una sonrisa.
El pequeño pero exquisito restaurante de carnes se llenaba con las risas despreocupadas de los comensales y los aromas exquisitos y embriagadores de la carne asada a la parrilla. Mientras Jade y Cameron tramaban buscar a Jennifer, esta se encontraba más que feliz, alejada de todo el drama y las intrigas que la habían atormentado.
Sus mejillas sonrosadas y sus ojos brillantes delataban la genuina alegría que Jennifer sentía en ese momento. Por primera vez en muchos años, una sonrisa sincera y resplandeciente adornaba su rostro, libre de preocupaciones y de tristezas.
Stavros, sentado al lado de ella, mientras comía, en silencio observaba cada uno de sus gestos y expresiones con creciente ternura. Aunque por natural
