Aquellas palabras despertaron un remolino de odio ardiente en lo más profundo de Jade, quien juró vengarse de Clara y de Jennifer, aquellas mujeres que le arrebataron a su madre. Jamie, su padre tomó su custodia y había tomado la decisión de llevarla a vivir con Clara y Jennifer, desafiando los deseos de Margot, la madre de Isabella de alejarla para siempre. ―Lo siento, Clara. Quizás sabías de la existencia de Jade, pero no puedo permitir que mi hija viva lejos de mí―dijo Jamie con una firmeza en sus palabras que dejaba claro que no habría más discusión. Con el corazón inundado de amargura, Jade se veía obligada a ocultar su odio y actuar como alguien bondadosa y cariñosa para ganarse el afecto y el cariño de su padre Jamie. No obstante, bajo esa máscara de amabilidad, un profundo resent

