Virginia y Elian La sala de cine estaba sumida en una atmósfera intrigante, apenas iluminada por el resplandor de la pantalla. Ya habían transcurrido alrededor de treinta minutos de la película, y la pareja estaba sentada en los últimos puestos de la sala. Virginia si tenía su atención plenamente inmersa en la trama, mientras que Elian, no prestaba mucha atención porque se le había despertado su modo asesino. ―Jajaja, me encanta que el chico se transforma en perro.―decía Virginia con una sonrisa comiendo palomitas de maíz. Mientras que, Elian apenas podía apartar la vista del hombre que había osado empujar a su corderita. Su mirada, estaba impregnada de una furia silenciosa, y se clavaba en él con una intensidad impactante. Tanto Elian, como Stavros cuando se ponían en modo asesino, era

