Capítulo 1. Objetivo

1919 Words
Capítulo 1 Objetivo Me encuentro de viaje en los Ángeles, disfruto de esta hermosa ciudad y de su fabuloso sol radiante, siento que aquí el sol es diferente, podría decir que incluso es más amarillo, voy caminando por las calles, con mis gafas de sol puestas, mis tenis deportivos una camiseta ligera y mis shorts de jeans favoritos, soy consiente de como los hombres me miran y eso me gusta, me fascina saber que causó distintas sensaciones en los hombres con tan solo mirarme y a veces me sorprendo de lo que puedo conseguir con tan solo una sonrisa, se que al entrar a una habitación hago sentir mi presencia, afortunadamente mis padres biológicos tenían buena genética y he heredado una belleza sin igual, si lo sé, puede sonar vanidoso, pero las personas que estamos seguras de nuestra belleza podremos darnos el lujo de serlo, la verdad no se si estás piernas largas y esbeltas, mi larga cabellera y mis ojos color café me hagan resaltar demasiado, pero se que tengo buenos atributos y a diferencia de muchas yo sí sé sacarle provecho. Siendo honesta conmigo misma, no sé si mi belleza es una bendición o es una Maldición, ya que si yo anduviera en el mundo por mi cuenta, todo sería normal, pero no, cómo es mi vida, siempre debe ir acompañada de un poco de drama, y drama es el apellido (metafóricamente) de mi familia adoptiva, los Jones, los que me conocen desde pequeña saben que mi familia me ha explotado según sean sus intereses, por eso es que odio por completo ese apellido y decido presentarme siempre con mi apellido real, Johnson, Amy Johnson, y también por eso me encuentro aquí en los Ángeles y no en New York, junto a ellos, la verdad es que mi padre y mi hermano, si puedo llamarlos así, son unos desgraciados, pero son la única familia que me queda. Entro a un restaurante y pido mi batido favorito porque afuera hace un calor infernal, me siento en uno de los asientos acolchados que están en la esquina del lugar y me pongo a pensar en que haré el resto del día, paso el rato mientras me refresco con el aire acondicionado del lugar y reviso mi ** dándole like a las fotos de Liam Hemsworth que acaba de publicar, cuando una llamada no deseada interrumpe mi tranquilidad, veo el nombre de mi hermano adoptivo y siento como se me revuelve el estómago, escucho mi celular sonar insistentemente deseando tener la valentía para ignorar esa llamada y esconderme de ellos. Mi familia adoptiva es muy reconocida en New York, la familia Jones, tiene múltiples negocios de inversiones en empresas navieras y de telecomunicaciones, una rama muy competitiva en el país, pero eso no es todo, ya que eso es una simple fachada para una sarta de negocios ilícitos de lavado de dinero, yo no sé si fue una bendición que ellos me adoptarán o una maldición. Desde que mi madre adoptiva murió cuando yo era niña, mi padre y mi hermano se encargaron de mí, prácticamente nadie sabe de mi existencia o de mi vínculo con los Jones, ya que ellos se encargaron de eso, para poder utilizarme para sus sucios trabajos sin que sepan que soy de su familia. Tardo en tomar la llamada pero al final lo hago y digo —¿Qué quieres Matthew? —Hola hermanita, yo estoy bien, gracias por preguntar— dice él con sarcasmo, no entiende que yo no estoy para esos juegos, así que le digo —habla de una vez, que no tengo mucho tiempo. Lo escucho reírse al otro lado se la línea y sé perfectamente que eso no es bueno —¿Acaso yo te estoy preguntando si tienes tiempo o no? ¿Qué demonios te pasa, El sol de Los Ángeles te quemó las dos últimas neuronas que te quedaban?¿O el batido asqueroso que te estás tomando en este momento te hizo daño?— no puedo creerlo, comienzo a buscar con mi mirada quién es la persona que me está vigilando, volteo hacia un lado y el otro tratando de identificar quién es la persona que me sigue pero no logro dar con ella. —Deja de mirar a todos lados como una loca y escúchame de una buena vez— me dice con voz autoritaria y yo solo puedo quedarme callada. —Tienes un nuevo trabajo, y esta vez no quiero fallas porque es una persona importante así que trae tu trasero a New York que necesitamos comenzar lo más pronto posible— me irrita por completo que se crea superior a mí y siempre me ande hablando de esa manera, además estoy de vacaciones y necesito más tiempo. —Matt, creo que eso tendrá que esperar, aún tengo cosas por hacer aquí en Los Ángeles que me impiden viajar a Nueva York, lo siento...— le digo porque sé que igual le dirá una sarta de mentiras a nuestro padre. —Mmm… — murmura pensativo él— está bien hermanita, disfruta tu viaje, cuando termines de hacer todo lo que tengas que hacer tomas un vuelo hasta acá y nos reunimos con papá, hasta luego— y cuelga la llamada así sin más y yo esté cuento de hermanito comprensivo no me lo creo, Matthew Jones puede ser el hombre más despiadado que puedas imaginar, incluso con su propia familia. Decido pedir la cuenta al camarero y pagar, salgo de allí sintiendo que soy observada, aunque no sepa quién es siento el peso de su mirada con cada paso que doy, adiós tranquilidad, ahora estaré paranoica por el resto del viaje, decido apurar mi paso cuando veo a lo lejos el auto que alquilé, saco las llaves del bolsillo y desde acá desactivo la alarma, al presionar el botón todo se convierte en caos. El auto se vuelve trizas a causa de una explosión que aún estando alejada me arroja al suelo, me pitan los oídos y hay caos a mi alrededor, personas heridas tiradas en el suelo, niños gritando y algunos corriendo alejándose de esta escena, no puedo creer nada de lo que sucede, mi auto ha explotado, en ese momento siento como alguien de un tirón me pone de pie y me arrastra hasta un callejón tapándome la boca, intento forcejear hasta que siento un arma contra mis costillas, el hombre me dice —Deje de forcejear señorita Jones, que lo que acaba de pasar es culpa suya, su hermano manda a decir que esa fue la primera advertencia, así que vamos que una camioneta nos está esperando. Logro soltarme y lo veo con mala cara, desvío mi mirada hacia el arma y le digo —¿Mi hermano también te mandó a matarme? El guarda el arma mientras me responde —es solo por seguridad señorita, ahora vamos...— me dice mientras señala el final del callejón dónde nos espera una cuatro por cuatro negra. Camino silenciosamente hacia ella y me subo en la parte de atrás dejándome guiar a dónde sea que me lleven. Así son los Jones, o bueno, no puedo negarlo, así somos los Jones, obtenemos lo que queremos, cuando, cómo y dónde lo queremos cueste lo que cueste así de sencillo, claro está, mis alcances no son los mismos que los de mi padre y hermano, que son tan bajos en todo lo que hacen que no les importa pasar por encima de vidas inocentes, yo sí conozco mis límites a diferencia de ellos. Llegamos a un hangar privado y nos subimos al jet de la familia, veo al hombre sentarse frente a mi y me pica la curiosidad —¿Desde cuándo me vigilas?— él intenta ignorame mirando hacia otro lado pero yo sigo insistiendo—¡Hey!, Estoy hablando contigo no con la pared— le digo enojada, él me mira y me dice —no tengo permitido hablar con usted señorita— y vuelve a desviar su mirada, pero como yo no puedo quedarme callada, continúo hablando y le digo —¿Tú fuiste quién colocó esa bomba en mi auto?— el se me queda viendo fijamente antes de responder —mi trabajo era estrictamente vigilar, no intentar asesinarla, así que quiero que sepa que de eso se encargó otra persona, no me vea como un asesino— yo me quedo callada pensando que quizás este hombre no intentó asesinarme a mí pero pienso una y otra vez si sus manos estarán manchadas con la sangre de otras personas. Me duermo durante el resto de las 5 horas que se tarda el vuelo desde Los Ángeles hasta Nueva York y cuando aterrizamos ya ha oscurecido. Otra camioneta negra similar a la que nos subimos temprano y comienzan a conducir por la transitada ciudad, yo amo Nueva York, porque literalmente es la ciudad que nunca duerme, amo su gente, su cultura, su ruido y los majestuosos rascacielos que en ella hay, lo que para muchos es caos para mí es sentirse en casa, tengo meses sin venir acá solo por mantener distancia con mi familia. Llegamos al edificio de Jones Inc. Y me sorprendo al ver que aún continúan en la empresa cuando deberían estar en casa, entramos y el edificio está desolado, subo al ascensor para subir al último piso donde se encuentra la oficina de mi padre. Las puertas del ascensor se abren y voy directamente a su oficina y abro la puerta sin pedir permiso, los veo a ambos sentados bebiendo un trago y camino directamente hacia matt y le digo —¿Qué diablos te pasa? ¿Pretendías matarme? ¿Todo por no venir cuando tú lo deseabas?— veo como se burla de mí mientras lleva el trago a su boca, yo comienzo a caminar de aquí para allá esperando una explicación —Tranquila mujer, que como siempre yo tenía todo bajo control, nada iba a pasarte— me paro en seco furiosa al oír sus palabras —¿Cómo pretendes que esté tranquila? Si no hubiese desactivado la alarma mientras estaba a unos metros de distancia ahora estaría muerta— le digo furiosa —¿Me crees idiota para matarte? Obviamente si subías esa bomba no iba a explotar, además eres una pieza clave en nuestro plan estúpida— me dice él caminando hacia mí, de repente escuchamos un fuerte —¡BASTA YA! — Y los dos volteamos a ver a nuestro padre, Thomas Jones es un hombre de pocas palabras, pero cuando habla impone temor y autoridad, los dos nos quedamos callados y él camina hacia su escritorio, abre una gaveta y me hace señas para que me acerque, me arroja una carpeta para decirme —alli tienes toda la información necesaria acerca del hombre del que necesito toda la información y mucho más importante la información secreta que tiene de su empresa, no quiero fallas Amy, el trabajo inicia mañana.— me dice sin esperar respuesta de mi parte. Abro la carpeta y no puedo creer lo que veo, mi nuevo objetivo asignado es nada más y nada menos que el magnate y creído multimillonario más cotizado de la ciudad, el despampanante y amargado Dominick Black. Sin querer de mis labios se escapa una pregunta —¿Esto es en serio? — y me callo esperando que ellos no lo hayan notado. Mi hermano es quien habla esta vez. — creo que deberías retirarte Amy y estudiar tu papel, la operación comienza mañana y no queremos equivocaciones. Tomo la carpeta sin decirles nada y me marcho a mi casa, la verdad que estaba un poco reacia a realizar este nuevo trabajo para mí padre pero sabiendo de quién se trata, siento que será un nuevo juego excitante para mí...
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