Elena:
De repente ya podía ver a la persona idealizada frente a mí
Alto, Blanco, de cuerpo y sonrisa perfecta, con una cabellera rubia y dos hermosos ojos de diferentes colores
¿Ya saben quién es?
¡Si! nada más y nada menos que: Gabriel!
-No puede ser- dije totalmente confundida por la impresión de verlo
-Elena... ¿También vives aquí?- pregunto... ¿emocionado?
-S-si- conteste de una manera simplemente ida
Pero él no podía ser nuevo... ¿Acaso no llevaba ahí hace tres días en el instituto?
¿Dónde dormía entonces?
-¿Dónde dormías antes?- pregunte sin inmutarme
-En un armario de limpieza, nada lindo eh
-Bueno supongo que ahora tienes habitación- dije algo confundida
-Si y ahora vivo contigo, esto sí que es genial, ¿Qué tanta suerte puedo tener?- dijo sonriendo y en un tono arroga
