Alora tomó un momento para adaptarse al dolor y respirar profundamente, antes de seguir recogiendo los papeles del suelo. Killian no pudo contenerse más y la ayudó a levantarse con suavidad haciendo caso omiso a los documentos regados ante sus pies.
— ¿Te encuentras bien Alora? Preguntó Kill viendo la palidez de su asistente.
— Estoy bien jefe es solo que me duele el pecho —dijo Alora— yo creo que …— la chica fue interrumpida.
— Esto podría ser grave ¿por qué no te vas a descansar?
— No creo que sea necesario. Es solo un dolor de pecho.
Kill se llevó una mano al mentón mientras observaba como su asistente trataba de recobrar la respiración. Por un momento pensó que sería mejor tenerla cerca y vigilar él mismo su estado de salud. El príncipe pensaba que si algo grave sucediera podr
