Al día siguiente Alora estaba preparando todos los pendientes para el señor Lobosom pues tendría una junta de trabajo muy importante por lo que toda la documentación tenía que estar en regla. Mientras metía toda la documentación al maletín, pensaba en el fin de semana agradable que había pasado con “Eduberto”. Sentía que de alguna manera lo conocía y por eso ella sentía cierta curiosidad y atracción hacia su amigo. Había sido lindo con ella sin duda alguna y de alguna manera le gustaría repetirlo. Cuando terminó todos los preparativos, tocó la puerta de la oficina entrando en cuanto Killian le dio la orden de entrar. Alora lo encontró de espaldas viendo la ciudad a través de su enorme ventanal. Tenía un brazo recargado sobre la pared a la altura de su frente mientras que la otra mano la

