Esa misma noche: en el jardín de la mansión Wolfgang Aurelia había citado a Tyr en el antiguo “jardín secreto” que en la actualidad estaba abierto a todo el que deseara ir. A la joven le gustaba ese lugar porque estaba apartado de todo y podía tener privacidad. El primero en llegar al encuentro fue Herrero quien en ese instante estaba sentado en la banca esperando a la diosa, pensando que, en esos últimos días, ella había estado actuando extraño, lo más probable era debido a esa nueva joven que había llegado, pero aún no estaba seguro. Minutos más tarde, Aurelia apareció saludándolo con su mano mientras se acercaba. La joven en ese instante estaba usando su pijama que era un vestido blanco, y encima de ese traía una bata, entre tanto calzaba sus pies con unas zapatillas deportivas. Cuand

