El solitario vikingo

Helluland

la vida en aquella tierra fue tranquila hasta cierto punto, por demás era magno el esfuerzo que tenían que realizar para poder llevar el día a día, pero la existencia solitaria no era del todo malo, no les habían molestado los ladrones en búsqueda del manuscrito desde que decidieron irse a Helluland, vivieron construyendo y obteniendo el alimento de sus propias manos, de manera que con la sangre y el sudor del esfuerzo es como lograron estar en aquel refugio alejado de todas las demás colonias nórdicas, se habían enfrentado con exito a varios ataques de algunos Skrælings quienes se habían acercado demasiado, pero afortunadamente solo eran grupos pequeños de 15 personas que carecían de las armas y armaduras de los vikingos, por lo que les fue imposible hacerles mayor daño que el hacer que sus flechas rebotaran, ya que toda la familia, madre padre hijos e hija contaban con armas y armaduras lo cual de gran manera contribuyó sin duda alguna a la victoria contra esas incursiones e indeseadas visitas, he de recalcar que los skrælings que vivían en aquella zona eran escasos y por ende no pudieron mandar un gran ejército para vencer a los misteriosos hombres y mujeres blancos que estaban en aquella tierra, así continuo la vida de la familia por dos años más, entonces entre todos comenzaron a debatir si era propicio volver al poblado de Groelandia para regresar a la vida en comunidad, de todos los que más se había adaptado a la vida en solitarii era el hijo mayor, pero todos los demás extrañaban la vida en el poblado vikingo de Groelandia, o incluso de su natal Islandia, por lo que resolvieron viajar de visita a Groelandia ya que era bastante probable que los enemigos, asesinos y ladrones además de soldados profesionales les hubieran dejado de seguir puesto que ya al ver que no había. ni rastro de ellos era probable que desitiesen de su misión de atraparles por lo que decidieron cubrir con hierbas y pasto su casa en Helluland y su pequeña fundición además del pozo y la cerca, todo lo enterraron para evitar que los nativos hicieran uso de ella, o se robaran la casa, entonces después de reparar el pequeño Knarr vikingo, es decir la embarcación, izaron la vela y partieron a las aguas del mar abierto de regreso a el poblado vikingo de Groelandia, sin embargo cuando llegaron allá había muy poca gente, y la mayoría de la gente había abandonado el lugar, y los pocos que se quedaron se fueron al norte a paradero desconocido, fue que la familia decidió seguirles en su viaje por curiosidad pero los groenlandeses les advirtieron que no había marcha atrás para el viaje y solo el hijo mayor decidió irse, los demás decidieron embarcar rumbo a Islandia para regresar a la vida en comunidad así que se volvieron a embarcar y zarparon de regreso a Reikiavik, cuando llegaron a Islandia pocos les creyeron su historia de que el poblado de Groelandia había desaparecido, y sus habitantes se fueron al norte, hasta que lo comprobaron ellos mismos, fue hasta después de muchos años que el hijo mayor regreso a Islandia con su vieja familia, y les contó que había viajado a la mitica Tierra Verde que había descubierto su antepasado el histórico navegante Hrolf Hrafnsson hace ya ciento treinta años, y que los colonos groenlandeses se habían ido a aquella tierra a través de un pasaje en el lejano norte el cual también había visitado el, su familia estaba sorprendida de volverle a ver y su historia la escucharon con incredulidad pero un gran interés ya que ello podía confirmar la existencia de Tierra Verde al norte, tal vez la misma que había encontrado su antepasado Hrolf, e invito a su familia a acompañarles a embarcarse rumbo a aquellas tierras distantes, y su familia acepto seguirle y embarcarse para ver con sus propios ojos la tierra del eterno verde del que hablaba y escribió cuentos a sus hijos el navegante Hrolf, ellos también visitaron esas tierras durante un tiempo, visualizando las maravillas.naturales y de culturas existentes en aquel lugar indescriptible.