El solitario vikingo

La Rus de Kiev

Como querían seguir viviendo muhas más nuevas aventuras, ya que su espíritu explorador y aventurer era muy grande, decidieron ir a los puertos donde jamás habían ido, más alla de los mares fríos del Báltico y de las frías aguas del Mar del Norte, decidieron incursionar en el sur de Europa, donde los climas son más cálidos en invierno y hay más bosques y tierras de cultivo, y lanzándose hacia lo desconocido, compraron cartas de navegación y contrataron cartógrafos para que les explicasen la geografía del continente Europeo, de esa manera, se embarcaron rumbo al río Volga, y después de varios días de navegar por el río, se internaron en lo que se llama el río Dniéper, por los locales, ahí entablaron una batalla sanguinaria que tomo por sorpresa a los pueblos eslavos, quienes trataron de defenderse, pero la técnica de batalla de los vikingos era eficaz, rápida y a prueba de fallos, en formación de cuña, usando de manera ordenada y disciplinada sobre todo la estrategia el muro de escudos y aprovechando claramente su ventaja física, que además se encargaban de entrenar día con día para producir los mejores soldados de toda Europa, los guerreros berserkers, de 1.90 a dos metros de alto, don la fuerza de un mastodonte, era completamente inútil oponer resistencia, de manera que los pueblos eslavos no pudieron frenar el ímpetu de los vikingos quienes, al mando de Hrolf, conquistaron los poblados de alrededor y fundaron un pueblo vikingo llamado: La Rus de Kiev, a la cual dominaron al mando de Hrolf, quien colocó a uno de sus amigos al frente de la ciudad, aquel amigo de confianza suyo era el célebre Rúrik, quien tiempo más adelante fundó la dinastía de los Rurikidas, casa gobernante de la Rus de Kiev durante generaciones, quienes trajeron el orden y la riqueza a los pueblos eslavos quienes estaban acostumbrados a solo pelear entre ellos como una banda de desorganizados bárbaros