Erin y Charlotte llegaron hasta una cafetería del centro de San Francisco, ahí pidió un postre para Charlotte y un café para ella. También pidió el periódico del día. Con su móvil en una mano y el periódico en otra comenzó a buscar un nuevo colegio para su hija. Tenía algo de dinero ahorrado, no pensaba pedirle dinero a su hermano, pero si necesitaba buscar de manera urgente un nuevo trabajo. Anotó en el periódico dos teléfonos de colegios cerca de la zona donde vivía Xavier, eso le ayudaría a agilizarse entre la ciudad. Ahora lo difícil era buscar un empleo, no había terminado la universidad, sabía hacer cosas, pero no tenía un título. —Mami, ese hombre nos mira raro —dijo de pronto Charlotte. Erin giró la vista hacía donde la pequeña apuntaba con la mirada. El hombre a dos mesas de a

