Erin entornó los ojos mirando a Steven, ¿Cómo es que había entrado al edificio si le había prohíbo la entrada con el guardia? —¿Qué haces aquí? —preguntó con voz temblorosa mirando adentro del departamento con temor a que de un momento a otro Charlotte apareciera. Ella no estaba preparada para que él supiera que habían tenido una hija. —Me voy a divorciar, podremos estar juntos, como siempre lo quisimos, ¿recuerdas? Erin estaba inmóvil, muchos pensamientos vinieron a su cabeza, trago en seco. Pero esta vez ya no era la misma jovencita ingenua de hace cinco años. —Cuándo te divorcies hablamos… Steven se sentía desesperado, quería que regresara aquella jovencita que un día conoció que jamás le decía que no, que incluso acepto ser su amante por amor, ¿es que ya no lo amaba? Necesitab

