Kiya mostró arrepentimiento por las palabras de Bastián, en el momento que él miró el rostro de decepción de su fisioterapeuta se sintió un poco culpable. — Lo siento, no fue mi intención enfermar. Prometo recuperarme por completo y seguir con mi trabajo, solo por favor no me corra. — Deja de ser tan dramática, no te voy a correr. Vino el doctor y mi mamá anda en la farmacia surtiendo la receta. — Les agradezco que se tomarán tal molestia. — Si piensas que te va a salir gratis estás equivocada, todo esto será deducido de tu salario, la visita del doctor, la medicina, el hecho que te estoy cuidando y también la gasolina que mamá gastó en ir a la farmacia. — Entiendo — ella sonrió a medias — no es necesario que se quede conmigo. Me siento un poco mejor, vaya a descansar. — Te pienso co

