Maya
-Quiero que este lugar esté deslumbrante cuanto antes, hay que atender de la mejor manera al hijo del dueño de este hotel.-ordena mirándonos a todas con superioridad.
Todas asentimos con la cabeza estando de acuerdo con ella.
-Maya - llama y la miro.
-¿Señora? - pregunto colocandome al frente de ella.
-Hoy te tocará a ti atender los cuartos principales -ordena sería y asiento con la cabeza.
-Como ordene señora - aseguro neutra y ella se marcha.
Me voy y busco todo lo necesario para ir a arreglar la habitación.
-Alguien está de suerte hoy - habla Carla una compañera de trabajo.
-¿Por qué lo dices? - pregunto colocando me el uniforme.
-Estas sorda o en qué mundo andas, acaso no escuchaste que viene el bombonazo de Esteban, ese hombre está como quiere - habla mordiéndose el labio inferior.
Ruedo los ojos y la miro.
-Es sólo un niño mimado de mami y papi, que lo único que les interesa es disfrutar el momento sin pensar en los demás ni en las consecuencias - menciono sería, agarro todo para ir a empezar mi jornada.
Carla solo rueda los ojos y se ríe en su ensueño con el ingreso ese..
¿Qué es lo que tiene de especial?, es solo un hombre más, un chico que solo quiere usar a los demás para su propio beneficio,solo por que creen que por que tienen dinero lo tienen todo.
Llegó a la habitación asignada para el dichoso “playboy” y empiezo a ordenar y limpiar todo.
Según qué llega en unas horas así que aun me da tiempo de ordenar todo con calma.
Y así iré ordenando el resto de habitaciones.
Por otro lado estoy angustiada, mi madre quiere que saque dinero de donde no tengo, ella quiere ingresar a mi hermana en una academia de modelaje una academia prestigiosa, ella a ido a otras academias de modelaje pero esta es la más costosa, a mi hermana lo adora y por eso hablaré hoy mismo con la encargada Catherine.
Mi madre me tiene presionada con ese dinero tendré que trabajar por más horas para poder ganarme ese dinero.
Después de varios minutos recojo todo los utensilios y me marcho de ese lugar.
Al abrir la puerta choco con un cuerpo duro y firme.
-Dis… Disculpe - tartamudeo nerviosa.
Ah no puede ser, ahora solo falta que me corran del trabajo por torpe.
-Acaso en este lugar las empleadas son ciegas - su voz gruesa y seria pero con un toque de burla hace que empuñe las manos enojada.
Aún así siento como mi cuerpo está tenso por esa voz,jamás lo había escuchado antes.
Nada raro que se crean superior y le echen la culpa al empleado, es un idiota.
Levanto la mirada y lo miro a los ojos sus ojos son verdes con unos destellos azules.
-Ya le ha dicho disculpe, además como quería que lo viera si apenas iba saliendo - hablo entre dientes, en su rostro aparece una sonrisa cínica.
-No creo que con ese carácter debería tratar a los clientes - menciona y lo miro fulminante, mientras él sonríe burlón.
¿Acaso se está burlando de mi?
No digo nada y él se hace a un lado, salgo echando humo, es que quien se cree para hablarme así, solo por que soy una empleada de este lugar no significa que soy menos, ninguno de este lugar es menos por el trabajo.
-Oye ¿qué te pasa? - pregunta Carla mientras acomodo los utensilios de mala gana en su lugar.
-Un tipo que cree que puede hablarme como quiere solo porque soy una empleada - hablo molesta.
-Pero si todos en este lugar son así - asegura restándole importancia.
No respondo y me dirijo a limpiar y arreglar las demás habitaciones que me han asignado.
Después de una larga jornada mi espalda duele al igual que mi cabeza ni siquiera he almorzado.
-Permiso - hablo entrando a la oficina de la gerente.
-¿Qué pasa Maya? - habla revisando unos documentos.
-Quisiera que me escuchase un momento - hablo esperando respuesta.
-Pasa, anda rápido que no tengo todo el día - habla fastidiada sin despegar la mirada de unas hojas.
-Solo quería pedirle horas extras de trabajo, tenga por seguro que daré lo mejor de mi, no le quedaré mal - hablo mirándola, tengo la esperanza de que si me de las horas extras.
Ella levanta la mirada y me mira de arriba abajo y sucesivamente analizando me.
-Pues has venido al momento indicado , verás que necesitamos más servicios en las noches para atender a los clientes en el restaurante del hotel - habla y ladea una sonrisa.
-Bien hoy comienzas, ten este es tu adelanto - habla y me tiende un cheque.
¿Que si estoy feliz?, sin duda alguna lo estoy.
-Muchas garcías no sabe cuanto se lo agradezco señora - hablo alegre y guardo el cheque en mi bolsillo delantero.
-Si si como sea, anda ve que estoy ocupada - habla y vuelve su mirada a los documentos.
Que vieja tan amargada, aunque no es una vieja por mucho tendrá 30 años.
No me interesa como me hable en este momento, ahora estoy feliz tendré para darle el pago a mi hermana y para los gastos básicos de la casa.
Iba tan distraída en mis pensamientos que no supe cuando un cuerpo se atraviesa en mi camino.
-Auch - susurro sobando mi frente.
-Creo que en este lugar definitivamente son ciegas las empleadas - esa es la misma voz del tipejo ese.
¿Porque siempre que estoy alegre viene alguien y me lo arruina?.
Lo miro fulminante y trato de pasar a un lado de él pero me detiene sosteniendo mi muñeca
-¿Acaso no dirás nada o también eres muda?-pregunta serio y me suelto bruscamente de su agarre.
¿Qué carajos le importa si no quiero hablar? .
-Permiso señor - hablo entre dientes y sigo mi camino.
-Menudo pendejo - susurro de mala gana.
Después de salir de ese lugar, me voy al cuarto de lavado donde también están los casilleros con nuestras pertenencias.
Voy por mi bolso y decido ir a almorzar donde un amigo o bueno para mi es como un hermano hace años que lo conozco.
Después de unas calles llego al lugar.
-Hola cariño - hablo sentándome en la barra.
-Mi amor - dice sonriente y me abraza.
-¿Cómo has estado? - pregunto y me vuelvo a sentar.
-Perfecto y¿ tu? - pregunta sentándose a un lado mio.
-Feliz, hoy me dieron el horario extra para poder cubrir los gastos extras - hablo feliz y él me mira fulminante.
-Maya te he dicho que no es necesario que trabajes extra, es que ni siquiera es para ti siempre es por cumplir los caprichos de tu madre - habla enojado y ruedo los ojos.
-Gabriel - digo pero me interrumpe.
-Te dije que me dijeras cuanto era el gasto y me lo pagabas cuando pudieras o simplemente no me pagas - habla serio cruzado de brazos.
-Gabriel no puedo aceptar tu ayuda no sería cómodo para mi, sabes que me gusta obtener lo mio por mis esfuerzos - hablo mirándolo con una sonrisa.
-Pero - lo interrumpió y niego con la cabeza.
-No se diga más - hablo sería y él suelta un suspiro cansado.
-Por lo menos acepta mi invitación de almorzar juntos - pide con una sonrisa.
Entrecierro los ojos y él ladea una sonrisa.
-Como una celebración por tu trabajo - murmuró molesto.
Sonrío y asiento.
-Bien acepto - sonrío y él toma mi mano y ruedo los ojos, a veces se pasa de atento conmigo.
-Florencia servimos el especial de hoy y traemos un postre y para tomar un vino - ordena y la mesera asiente y se marcha.
-Maya insisto yo puedo darte trabajo aquí anda acepta - pide y niego.
-Gabriel aprecio mucho tu ayuda, pero sabes a la perfección que no puedo aceptarlo - hablo y en ese momento. llega la chica con los pedidos.
-Eres tan necia - habla molesto.
-Anda comemos tranquilamente si - pido y él ladea una sonrisa.
Pasamos todo el almuerzo entre risas y hablando de cualquier cosa.
-Gracias por el almuerzo me la pase genial - sonrió y lo abrazo.
-Haría cualquier cosa por ti Maya, sabes que eres muy importante para mi y te quiero más que una amiga - asegura y le sonrio nerviosa, cada vez que hace o dice algo comprometedor me da miedo poner en riesgo nuestra amistad.
-Bien, adiós gracias por todo - hablo incómoda y él sonríe de lado.
-Cuidate si, no importa la hora que sea llámame que estaré donde estés.-asegura y asiento.
Sé que él no quiere solo mi amistad pero no puedo ofrecerle nada más que mi pura y sincera amistad.
-Tranquilo estaré bien cuídate - menciono y dejo un beso en su mejilla.
-Ya me voy o capas y la vieja amargada me corre - digo y el rie.
-No cambias eh.-dice y niego con la cabeza.
Después de unos minutos llego al hotel y ya me toca estar en el área del restaurante bar.
-Tu has de ser la nueva muchacha en esta área - habla un señor al parecer es el encargado de esta área.
Es mayor como de uno 60 quizá.
-Si señor - aseguró y me escanea con la mirada.
-Bienvenida - habla coqueto y lo único que me da es asco.
-Bien, permiso señor - hablo y lo esquivo para poder pasar.
Todo lo que hago lo hago por mi hermana ella sueña con ser una modelo y yo la ayudaré aparte de que mi padre murió hace años nos quedamos desamparados y me tocó sacar la cabeza por mi madre y hermana.
Suspiro cansada y procedo a limpiar todas las mesas, para que abran el lugar.
Todo esto es muy duro para mi, trabajo toda la semana menos los viernes y fin de semana, pero no puedo descansar ya que esos días las uso para estudiar e ir a la universidad hasta el mediodía el domingo voy hasta las diez de la mañana y resto del día estudiar para mis exámenes, nunca pensé que tendríamos que pasar por todo esto, sin mi padre me a costado mucho mantener nuestro hogar.
En fin todo por mi familia, por ellas lo daría todo.
Paso mis horas sirviendo y atendiendo a todo aquel que entre al lugar.
Mis pies duelen al igual que mi espalda y eso que apenas voy a mitad de semana.
-Traeme una botella de tequila - habla un hombre a mis espaldas y giro.
Es el dichoso playboy del que tanto hablan.
-Por supuesto señor - hablo pero me detiene.
-Para ti solo Esteban cariño - habla con aires de arrogante y en su rostro una coqueta sonrisa.
Pierdes el tiempo idiota yo no juego asi.
-Ya vengo con su botella señor - hablo sería y me marcho , mientras camino lo escucho reír.
-Alfonso una botella de tequila.-hablo y él me sonríe.
-Aquí está hermosa - dice y me pasa una bandeja con la botella, una copa, limón y sal.
-Gracias - digo y salgo hacia la mesa del playboy.
-Aquí está lo que ordenó - hablo dejando todo en la mesa mientras él me mira atentamente.
-¿Te gustaría acompañarme? - pregunta y lo miro.
-No es lo correcto señor estoy en mi horario de trabajo -hablo sería y él sonríe.
Acaso no entiende que no me interesa ni hablar ni mucho menos beber con él, creo que lo que tiene de bonito le falta en cerebro, osea todo.
-Pues entonces esperaré a que termine tu horario - asegura insistente y niego con la cabeza.
-Enserio gracias pero no, aunque no lo crea soy una chica ocupada - hablo cortante.
El solo me sonríe abiertamente y asiente con la cabeza ligeramente.
Y cuando justo pensé que se callaría.
-Sabes eres distinta - asegura y lo miro confundida.
-¿Disculpe? - digo mirándolo confundida.
-Eres distinta , cuantas ya no hubieran aceptado gustosas a mí propuesta - habla ,por dios que alguien le baje el tremendo ego que tiene.
-Varias hubieran aceptado y no haber sacado excusas - habla mirándome sin dejar de sonreír , acaso no dejara de sonreír.
-Excusas o no creo que eso no le debe de interesar a usted, así que permiso - hablo cortante y me marcho.
Era de verse venir,tipos como él son así comunes, siempre quieren obtener lo que buscan si o si pero conmigo perdió por que nunca pondría en riesgo mi trabajo solo por unos traguitos con el.
-Hermosa ya te puedes ir - menciona Alfonso y asiento.
-Que bien - hablo cansada.
Me quito el delantal y lo dejo en su lugar.
-Adiós Alfonso - me despido y tomo mi bolso para salir de ahí.
-Adiós hermosa cuidate - se despide y besa mis dos mejillas.
Sonrío y salgo del lugar, la noche está más oscura de lo normal, ni siquiera la luna se ve creo que lloverá.
Miro la hora en mi celular y son las once de la noche, solo quiero llegar y dormir hasta mañana y recuperar fuerzas.
Voy hacia la parada de buses y tomó el último bus que me dejara justo en la entrada del barrio donde vivo.
No es el mejor barrio de todos pero tampoco el más malo, es un lugar un tanto tranquilo, casi nunca pasan cosas malas ya que todo se conocen en ese lugar.
Después de media hora llego al barrio y bajo pagándole al señor.
-Gracias, feliz noche - hablo bajando.
-Feliz noche Maya - se despide y arranca.
Es normal que ya me conozca el fue el mejor amigo de mi padre,por un tiempo nos ayudo en lo que pudo pero mi madre no aceptó más nada de él y desde entonces me esfuerzo aún más en mi trabajo.
Entró a la casa y todo está apagado, dejo el bolso en el perchero al igual que mi abrigo y suspiro cansada.
Al fin en casa, voy a la cocina y me sirvo un poco de lecho y tomó un pan de la cesta y me siento.
-Hasta que llegas - habla molesta mi madre a mis espaldas.
-Oh, hola madre - me acercó para abrazar pero ella no me abraza.
Es normal ella siempre ha sido muy seca conmigo, aunque fuera bueno saber el por qué.
-¿Pediste el horario extra para poder pagar el ingreso de tu hermana?- pregunta seria y asiento con la cabeza.
Busco el cheque en mi bolsillo y se lo doy.
-Este fue el adelanto del trabajo extra, eso bastará para el pago- hablo y tomo mi leche.
-Bien, pero solo alcanzará para tu hermana, ella necesita ropa nueva para sus presentaciones, no creerás que ella irá con esos trapos viejos - habla seria mirándome mientras mueve el cheque de un lado a otro.
-Bien entonces creo que la despensa bastará hasta el próximo pago - aseguró y lavo el vaso dejándolo en su lugar.
-Tu sabrás, sabe que la alimentación de tu hermana es importante no podemos dejar que pierda todo su esfuerzo por mantenerse en forma - dice y niego.
-No madre tranquila yo cubro los gastos tu solo ayuda a mi hermana con lo que necesite - aseguró y dejo un beso en su frente.
-Descansa madre - me despido pero no recibo respuesta, me adentro a la habitación que comparto con mi hermana y la miro ya dormida.
-A partir de mañana irás a cumplir tus sueños - susurro y dejo un beso en su frente.
Tomo una ducha rápida y me coloco mi pijama, me acuesto en mi cama dejando descansar por fin mi cuerpo.
-Gracias a dios por este día, no importa lo pesado que sea igualmente gracias - susurro y me quedo rápidamente dormida.
Solo espero que mañana sea un buen día tanto para mi como para mi hermanita, deseo que ella logre quedar entre las candidatas y quede como el nuevo rostro de la empresa o aun que sea que logre entrar, creo que con eso la hará muy feliz.
Sería un sueño cumplido para ella y mi madre y yo estaría más que feliz por su logro.