NAIN CONTI
Al día siguiente...
Me desperté temprano. Miré por la ventana y aún el sol no nacía, tomé mi celular de la mesa de noche y caí en cuenta de que eran las cuatro de la mañana. Me sentía ansiosa y no podía dormir, así que, tomé la decisión de salir a correr un poco ya que hace mucho tiempo no lo hacía. Me preparé con un conjunto deportivo, unos tenis, me puse mi Smart watch y recogí mi cabello.
Camine por unos minutos sin rumbo hasta llegar al Ponte Vecchio. Me sostuve del antepecho del puente para observar cómo corría el agua. La corriente de aire que emanaba era puro y fresco, elevé un suspiro y con la energía al cien empecé a trotar. En el trayecto encontré unas cuantas personas que hacían lo mismo, unos a pie y otros en bicicleta. Luego de unas cuantas vueltas y pausas dec
