DIEGO Ya pasaron algunos días desde que estoy aquí, listo para mañana regresar a New York, tuve que decir a papá, bueno al papá de mi hermano, que me encontraría con un amigo de la Universidad para hacer negocios y así no mandaría a sus guaruras a cuidarme en todos los pasos que diera en esa otra ciudad. Estuve investigando algunas cosas, aunque aún no tengo nada concreto, todo está tan enredado. Hablé con mi padre por teléfono y le pregunté por mi madre, le pregunté si no tenía alguna foto de ella cuando estaba embarazada de mi, se puso tan nervioso que me dijo que no era momento para hablar de eso que el estaba de viaje y a su regreso en unas semanas me contaría lo que quisiera saber. Baje a cenar y a poder platicar con Edith, la nana. -Hola Edith ¿qué tal tu día? -Muy bien jóven, ¿

