CAPITULO 5: LA TRISTEZA

1024 Words
MARICELA Justo hoy tenía que haber sido el día más feliz de mi vida, la graduación de mi hijo, no puedo creer lo injusta que ha sido la vida conmigo, quisiera morirme e irme con mis hijos, el día que supe que tendría gemelos, fué de mis días favoritos, desafortunadamente a la hora de parir mi segundo niño no sobrevivió. Aunque tuve una tristeza profunda pues esperaba con mucho deseo tener a mis gémelos y al amor de mi vida Marcus, no fué así pues sólo sobrevivió uno, Diego... él llegó a cubrir todas mi tristeza por la pérdida de su hermano pero con tan solo ver esos ojitos tan hermosos color azul como el mar, mi corazón se sentía tan afortunado, en ese momento era tan feliz de tener a un pedacito mio y del amor de mi vida en mis brazos. Pero ahora esto, se fué también... Diego se me fué y yo no podré reponerme a algo como esto, no quiero vivir, no puedo seguir sin mi hijo, mi vida se fué con el, nada tiene sentido, nada. Sé que tengo a Marcus, mi gran y único amor, pero no sé si eso sea suficiente, hemos pasado por muchas cosas desde que éramos jóvenes, pero esto sobre paso todas aquellas tragedias que pudimos imaginar nos pasarían. La casa no será lo mismo sin mi Diego, él me animaba, me animaba a tomar esos medicamentos con sabor tan feo, aún recuerdo aquella vez que jugaba conmigo para ayudarme a tomar el medicamento. MARCUS Jamás imaginé que tendría que estar en la sepultura de mi hijo, me siento tan destrozado, quisiera llorar y llorar, pero recuerdo que tengo a Maricela y que me debe de verme fuerte, para que así ella pueda sentir mi apoyo, esto será muy difícil para nosotros. Paco, el mejor amigo de Diego, unos vecinos y algunos otros amigos de la universidad nos acompañaron a darle el último adiós a mi hijo. Estar aquí me recuerda aquella vez que en una cajita blanca tan pequeña sepultamos al gemelo de Diego, fué igual de doloroso que lo es ahora. Voltee a ver a Mari y me dí cuenta que era hora de irnos pues su semblante era muy malo, no había parado de llorar desde que se enteró de la muerte de Diego. -MARCUS- Es hora de irnos mi amor, debes descansar puede hacerte daño y no quiero que te pase algo, por favor, tenemos que irnos... - MARICELA- No! por favor, déjame aquí con mi hijo, no puedo irme y dejarlo aquí, sólo en esa oscuridad. - PACO- Señores Olavarría, lo siento mucho! Diego siempre será mi mejor amigo y está perdida será irreparable, me duele en lo más profundo de mi corazón, saben que pueden contar conmigo para lo que necesiten. - MARCUS- Muchas gracias Paco te agradecemos mucho todo el tiempo que estuviste con nuestro hijo, gracias por ayudarnos con todo el papeleo, en verdad has sido muy amable. Nadie podrá quitarnos está tristeza... se que tengo que ser fuerte por mi esposa pero es algo inevitable, no tengo fuerzas, él era nuestro ser más preciado. quisiera poder ir a la Universidad a acompañarte a tu graduación Paco, pero no creo que sea buena idea para mi esposa ella está enferma y no quiero que empeore. -PACO- No se preocupe, vayan a descansar, cualquier cosa yo les llamo y no olviden que así sea lo mas mínimo cuentan conmigo. PACO Terminamos el funeral y con solo ver a la madre de mi mejor amigo, no pude contenerme y llorar, él era una persona tan honesta, responsable, buen amigo, excelente hijo... aún no puedo creer que le haya pasado esto y quien lo pudo a ver asesinado. Me fuí a la ceremonia de la graduación y aunque estaba feliz por que ya sería un gran abogado, no era el mismo festejo, todos teníamos los ánimos bajos pues sabíamos lo que había pasado, cada uno de los compañeros tenía una anécdota bonita que contar al lado de Diego. Cuando escuchamos su nombre todos aplaudimos tan fuerte como pudimos, rodaban por nuestras mejillas las lágrimas con la tristeza por la muerte de un gran ser humano. Maestros y compañeros supimos lo importante que era para él su graduación, siempre nos dimos cuenta cuánto luchó por no dejar la carrera, tenía hasta dos trabajos para ayudar a sus padres con los gastos de la Universidad... Fuimos juntos al sastre para seleccionar nuestro traje de graduación, también habíamos planeado unas vacaciones a la playa para celebrar, pero ahora... ahora no tengo ganas de ir, sentiría que le falló a mi mejor amigo, él era el mas emocionado, con tantas ganas planeó todo. Me siento tan feliz pero a la vez tan triste. La última vez que lo ví fué el día que lo asesinaron, recuerdo que compartimos desayunos en el último día de clases y de ahí el acudió a trabajar, por que si algo tenía Diego es que era una persona responsable. Recibí mi título y después de despedirme de mis padres, decidí ir a mi casa, sé que la Universidad daría una fiesta por la graduación pero para ser sincero no tenía ni la más mínima intensión de acudir, aunque no lloraba, tenía una enorme tristeza, sentía como si a quien me hubieran quitado, hubiera sido a un hermano. Y es que realmente Diego fué mas que un hermano para mí, fué mi confidente, el hermano que siempre soñé con tener. Siempre que mis padres salían de viaje, ahi estaba él, acompañándome en esa soledad, por que aunque yo lo tenía todo, no tenía la compañía de mis padres, pues siempre estaban ocupados y pues yo era hijo único. De ahora en adelante trataré de estar al pendiente de los padres de mi amigo por que sé lo importante que eran para él, sé que Diego hubiera dado la vida por ellos y lo único que me queda en agradecimiento por todos los buenos momentos vividos con él, es apoyar a sus padres en esta situación tan difícil por la que estarán pasando, la cual les costará mucho tiempo asimilar.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD