Fui al probador detrás de Emma. Había una adolescente sentada en un escritorio, "monitoreando". Por suerte, estaba demasiado ocupada enviando mensajes como para verme entrar al mismo puesto que Emma. De hecho, considerando que eran los probadores de una tienda que solo vende ropa de mujer, mi entrada a cualquier puesto debería haber sido una señal de alerta. Aunque, claro, quizá no hoy en día. En fin, entramos y cerramos la puerta rápidamente. Hubo una pausa incómoda mientras ambos considerábamos quién debía desnudarse primero. Al final, fui yo. Bajé rápidamente mis pantalones cortos al suelo, exponiendo mi pene, que se había ablandado, a Emma, quien lo miró solo por un segundo antes de desvestirse. Aproveché para disfrutar de su cuerpo semidesnudo mientras sacaba el vestido de la per

