An Unexpected Love

Capitulo 7

EMILY

Realmente no sé porque prendí el teléfono, porque cuando lo hice todos sus mensajes comenzaron a caer y debería considerarme masoquista porque aquí estaba yo leyéndolos.

Tom [8:50]: Mi amor ya no me castigues más, es una tortura esto. Ni te das una idea todo lo que estoy sufriendo sin ti a mi lado, te necesito Emily. Entiende por favor que tú eres lo único que deseo, regresa conmigo a casa.

Tom [9:00]: Emily por favor necesitamos hablar, llámame o escríbeme, pero has algo! Voy a ser honesto contigo no te ocultare nada, pero vuele, te amo.

Tom [9:10]: Sabes que te amo y eres el amor de mi vida. me equivoque y estoy muy arrepentido, temo perderte para siempre. Ahora se lo equivocado que estuve y quiero enmendar mis errores, déjame hacerte feliz. Dame una oportunidad.

Tom [9:30]: Por dios Emily dame una señal de que estas bien, de que nada te paso. Estoy al borde de la desesperación sin saber nada de ti.

Iba leyendo los mensajes uno por uno sin poder creer lo que leía. Que lo perdone? ¿Qué me iba a hacer feliz? ¿Otra oportunidad?

Es que acaso no se daba cuenta que su “error” durante un año me destruyo y destruyo la relación que teníamos. Ni siquiera era capaz de hablar con el cómo diablos pretendía que le dé una oportunidad.

Se acostó con mi prima en nuestra boda por dios!!! Jamás iba a hacerme feliz después de eso. Ya no existía un nosotros para él y para mí.

Había matado cualquier futuro juntos.

Pero si lo que necesitaba era una respuesta esta vez se la daría, teclee en el teléfono un mensaje y le di enviar para luego volver a apagarlo.

Emily [22:30]: ¡Vete a la mierda cabron!

Retuve mis lágrimas no iba a llorar esta noche, entre al baño a darme una ducha de agua tibia que sabía me iba a relajar.

Una vez fuera sequé mi cabello y me vestí para realizar un ligero make up. Una vez lista me miro al espejo muy conforme con lo que veo, si Tom o Becca me vieran así no se lo creerían. Pero esta era yo, una nueva Emily.

Bajo al hall del hotel y cuando lo paso veo a Maggie en la puerta esperándome, preciosa con un vestido azul corto entallado al cuerpo.

-Estas hermosa Emily- Me dijo mirándome de arriba hacia abajo- Si que el aire nuevo te ha sentado de maravilla.

-Jamás antes usaba algo así- Digo un poco apenada- Pero quiero dejar a la vieja Emily atrás y estoy feliz de mi nueva imagen.

-Así se habla! ¡Ahora si vámonos de fiesta!

Salimos del hotel rumbo a la playa donde se supone habría una muy buena fiesta y no fue más que poner un pie en el lugar para notar que estaba lleno de gente divirtiéndose a lo grande. Me giré para ver el lugar y me encontré con la mirada del camarero que me atendió la primera vez que vine y me guiño un ojo.

-Esto está a reventar- Grito Maggie quien me tomo de la mano y me llevo hasta la barra- Hola guapo pon algo fuerte para nosotras.

El camarero asintió y se dispuso a preparar nuestros tragos mientras Maggie le hablaba de no sé qué cosa y es que al parecer se conocían.

-Hola princesa- M saludo mientras nos daba nuestras bebidas- Me alegra que hayas vuelto.

-Saben que estoy aquí verdad- Lo interrumpió mi nueva amiga- Deja de coquetearle Pedro.

El camarero que ahora sé que se llama Pedro negó lentamente con la cabeza regalándome una sonrisa antes de irse a atender a otros clientes. Nos quedamos un rato más en la barra cuando Maggie casi me arrastro a la pista de baile con ella. La verdad es que siempre me ha gustado hacerlo y pensaba dejarme llevar.

Bailábamos juntas acaparando un poco de atención, en cierto momento teníamos a algunos hombres rodeándonos mientras bailaban, pero no me di cuenta como de a uno empezaban a desaparecer hasta que entendí el porqué.

¿Qué demonios estaba haciendo allí? ¿Es que acaso no tenía un restaurante que atender? ¿Siempre iba a cruzármelo en todos lados?

-Es que acaso quieres infartar a la población masculina bailando así- Henry coloco sus manos en mi cintura y me susurro al oído- Verte bailar así es un pecado, pero me gusta.

-En eso estamos muy de acuerdo- Dije girándome hacia el- Pero definitivamente prefiero hacerlo con otro.

Y así me fui dejándolo solo en medio de la pista, me acerqué a la barra por otro trago que realmente necesitaba. Pude ver a Maggie bailando con Máximo y hablando con Henry que se quedó cerca de ellos.

Cuando me di vuelta para pedir uno más sentí un cuerpo aprisionándome contra la barra y no tuve que adivinar de quien era.

-Pon una ronda de tequila por aquí- Le pidió a Pedro y yo aproveche un momento de distracción suya para irme otra vez a bailar.

Puedo decir que estuve toda la noche evitándolo y bailando con todos menos con él, podía notar cuando lo observaba de reojo el fastidio que se cargaba encima.

Una pena por él, la verdad.

Estaba un poco alegre y el hombre con el que estaba bailando me gustaba asique no dude en irme con el cuándo me propuso estar a solas, era una pésima decisión, pero no estaba en todos mis sentidos para ser racional. Llegamos al jardín del hotel cerca de la piscina, no tardó mucho en tomarme de la cintura y empezar a susúrrame cosas al oído.

-Ey tú! ¡Idiota! - Henry se acercó a nosotros quitándome al tipo de encima- Deja tus manos quietas con ella.

-Quien carajos eres tú? - Grito el hombre del cual no sabía el nombre pero que se lo veía molesto.

-Pero que haces? - Grité cuando reaccioné, pero estaba un poco bebida y lo único que hice fue balancearme casi perdiendo el equilibrio.

-No te importa quien carajos soy- Le escupió Henry que lo miraba como queriendo matarlo- Solo sé que, si no te largas ya, aparecerás flotando en el océano.

-Basta! - le grite a Henry quien me tomo de la cintura evitando que siga al que había sido mi acompañante- Que me sueltes joder!

-Te quieres calmar! Estas borracha no lo ves!

-Y a ti que carajos te importa!- Me gire para alejarme de el- Soy una chica grande no ves? ¡Puedo hacer lo que me dé la maldita gana!

-Niña si lo que buscas es que te metan mano no tienes más que pedírmelo- Dijo tomándome de la cintura y pegándome a el- Estaría mas que gustoso de complacerte.

-No te has puesto a pensar que quizás no quiero que seas tú el que lo haga- Lo empuje para irme.

-Comprobémoslo- Me dijo con esa mirada intensa que no sabía que tenía pero que genero un escalofrió en mi sistema.

Acerco sus labios a los míos y el beso que empezó suave y delicado se transformó en uno hambriento y salvaje. Su lengua había encontrado la mía deleitándose con ella y no terminaba de reaccionar a esa sensación cuando sentí su mano bajar y posarse en mi trasero. Lo empuje bruscamente soltándome de su agarre y tratando de mantenerme en pie.

-Que mierdas haces! - Y sin pensarlo mi mano se estampo contra su mejilla.

-Auch- Se quejó Henry llevándose su mano a la mejilla- Que mierdas haces tú?

-Me besaste! - Le grite furiosa- Me has metido la lengua hasta la garganta!

-Bueno niña de eso se trata meter mano no? - Me dijo divertido y sonriente pero también molesto por mi golpe.

-Ay por dios y tu mano en mi culo- Dije tambaleándome hacia el- Nunca más vuelvas a meter tu mano ahí.

-Por dios me hartaste- bufo y me cargo como si fuera una bolsa de papa completamente anonadada- Eres realmente molesta así de ebria.

-Que haces! Henry suéltame! - Le gritaba mientras golpeaba su espalda- Bájame ya!

-Estas segura?

-Si! ¡Que me bajes!

-Tus deseos son ordenes- Y me tiro a la piscina, el jodido idiota me tiro al agua- A ver si con eso se te pasa lo ebrio y dejas de gritar.

-Eres un idiota! Imbécil! - Empecé a gritarle mientras trataba de salir- No sabes con quien te has metido!

-Que descanses niña- Me guiño un ojo- Yo lo hare pensado en nuestro beso.

Dio media vuelta y se fue mientras yo salía de la piscina empapada con mi atuendo arruinado y completamente furiosa. Esto no se va a quedar así. ¡Odio a los hombres!

Entre al hotel donde todo el mundo claramente me miraba como si yo estuviera loca, moría de la vergüenza y no veía el momento de llegar ya a mi habitación.

Una vez en ella me desvestí y me metí dentro de la ducha a que el agua caliente me relajé. Ya seca me recosté en la cama y cerré los ojos esperando que todo lo que sucedió haya sido un sueño, pero no fue así.

El beso, los gritos, la cachetada y la piscina habían sido jodidamente reales…