EMILY
Me desperté estirándome lentamente bajo la sabana, pero cuando termino de abrir bien mis ojos me doy cuenta que más que sabana estaba bajo una toalla, la luz brillante me obligo a parpadear varias veces y cuando por fin me adapte a ella visualice el lugar en el que me encontraba.
La playa.
Y fue ahí cuando los recuerdos de la noche anterior llegaron a mi cabeza. Henry y yo, la arena, la luz de la luna. Una noche demasiado maravillosa con un hombre maravilloso. Me incorporé lentamente cubriéndome con la toalla y vi a Henry en el agua tratando de arreglar la lancha.
Me levanté cubriendo como pude mi cuerpo y un dolor en mi zona intima provoco que llevara mi mano hasta ahí, era normal ya que había perdido mi virginidad. Dios se la había entregado a un hombre que no era mi marido y r
