Deianira
Sentí los dedos de Getto tocando levemente mi mejilla y abrí los ojos de golpe, pero no lo mire, observe lo que había a mi alrededor, cerré los ojos de nuevo y revise analíticamente mi cuerpo, la herida en el abdomen fue cerrada y cocida de manera correcta no siento ninguno otra incomodidad, el rozón en mi brazo era casi inexistente, tenía una costilla lastimada, pero no fracturada, el hombro que se disloco estaba en buenas condiciones. Lo único que me podía causar una incomodidad era la herida en el abdomen.
_ ¿Terminaste? _ escuché preguntar a Getto cuando sentí nuevamente sus dedos tocando mi barbilla y pellizcándola, solté un suspiro.
Moví mis manos sacándolas de la sabana que me cubría, las estire, debería de tener aproximadamente dieciséis horas dormida que es lo que tarda el avión en aterrizar. Me levante soportando el tirón de los puntos en la herida del abdomen, Getto, como esperaba, no me ayudo, moví mi cuello y crujió relajándolo. Doble acostada mi pierna izquierda para no poner presión en la herida, puse mi codo sobre mi rodilla derecha que la tenía doblada hacia mi pecho, pase mi mano sobre mi cabello revuelto sacándolo de mi cara y mire a Getto.
Tenía un golpe en la mandíbula del lado izquierdo y un rasguño en su mejilla derecha, ambos se vean frescos, agarré sus manos que estaban vendadas, estuvo participando mucho tiempo en las peleas y, aunque es fuerte no podía salir ileso. Estaba preocupada, pero tampoco lo culpo, ambos estábamos en malas condiciones.
Mire sus ojos y levante una ceja cuando mire sus ojos amarillentos, eso solo sucedía cuando estaba al límite, unos ojos de depredador.
_ ¿Quién hizo enojar a mi Getto? Hace mucho que no veía esos ojos
_ Tu
_ ¿Yo?
_ Fuiste imprudente con tus lesiones, perdiste demasiada sangre por no dejarte atender pronto.
_ Entonces estas regañando a la persona equivocada, ya que no fui yo quien me llevo a otro lado cuando di otras indicaciones, por eso no me gustan los hombres desobedientes que piensan que lo controlan todo cuando no saben controlar nada _ ni siquiera miré a Luigi cuando sabía que se daría cuenta que era un reproche en su contra.
Getto se empezó a reír con una alegría casi infantil en sus ojos.
Y Luigi gruño, mirándonos con una mirada asesina.
_ Jiějiě (hermana) te atreviste a salir lastimada mientras yo no estaba presente, eso ¿no amerita un regaño de mi parte? _ levanto una ceja.
_ Está bien, me equivoque, no me regañes más, mi pequeño Getto, mi hermanito pequeño, como te extrañe _ lo último lo susurre solo para sus oídos.
_ Y yo a ti, mi hermana mayor.
Mire a Liu Xiulan que se arrodillo a mi lado colocándose los guantes quirúrgicos, le paso unos a Getto y se los puso. Empezó abrir los botones de mi pijama negra de satén, era un conjunto de pantalón con una blusa de botones, yo no uso este tipo de pijamas, pero cuando estoy herida son más convenientes de manipular. Cuando termino la abrió de par en par dejando ver mi ropa interior.
_ ¿Es necesario abrirla tanto? _ le pregunte divertida.
_ Si sangras, no quiero que se manche la ropa _ respondió quitándole importancia.
Me moví hacia ella para que tuviera mejor acceso, quito las vendas y dejo ver los puntos que Vladimir había hecho. Liu, Getto y Vlad se asomaron para ver la herida y puse los ojos en blanco. Empezaron hablar entre ellos como si no estuviera.
Levante mi mirada y vi a Luigi que los miraba con una expresión fría, pero sobre todo miraba mis pechos cubiertos por el encaje que en esta ocasión no era transparente. Levanto la mirada a mis ojos y levante una ceja.
_ Getto y Vladimir deberían salir de la habitación si te estas desnudando _ dijo Luigi bajando su voz un grado. Los cuatro lo miramos y solté un suspiro.
_ No es algo que no hayan visto ya _ dijo Liu _ Somos su familia, no la miraran de manera s****l a menos que quieran que Deianira les corte las pelotas, entonces, es otro asunto. Tenemos mujeres en casa y muchas de ellas salen heridas que necesitan atención, no siempre estoy a la mano y todos saben cuidar de sí mismos, pero, los hombres si es necesario tienen que ayudar.
_ ¿Y? a mí eso me importar una mierda cuando dos hombres aparte de mi están mirando a mi prometida como si fuera un espectáculo de circo _ dijo Luigi molesto.
Liu Xiulan se levantó mirando a Luigi con una mirada dura y gélida.
_ Cuidado con tus palabras, serás el prometido de ella, pero eso no significa que nos gobiernes. Todos hacen lo que tienen que hacer, aunque eso signifique verla desnuda por completo para ayudarla, entonces, así se hará, porque si alguno de ellos no lo hace por su pudor le corto las extremidades y se las doy de comer al perro por el simple hecho de ponerla en peligro. ¿Está claro? _ gruño y Luigi saco un arma y le apunto a la cabeza.
_ Ustedes no son nadie para venir a darme órdenes, me tienen harto de que se intenten imponer ante mí en mi casa y en mi territorio. Yo soy el que manda aquí, no ustedes y eso significa obediencia total.
Me moví con rapidez pasando a Getto y Vladimir cuando vi la mano de Liu Xiulan lanzando un bisturí a la cabeza de Luigi, lo agarré al mismo tiempo que Luigi y miré nuestras manos unidas sosteniendo el arma en mi mano y la mano de Luigi sosteniendo ambos.
Luigi me miro sorprendido por la velocidad en que me moví, mire el bisturí y después mire a Liu Xiulan que estaba perdiendo su mierda, todos estaban al límite por lo que me paso.
Luigi soltó mi mano y la baje con cuidado.
Mire a Luigi y tome el arma que aun apuntaba a la cabeza de mi hija y la baje hacia mi cabeza, Luigi quiso retroceder, pero no lo deje.
_ A la próxima que amenaces a mis niños seré yo quien te apuñale con el bisturí. Tu no los gobiernas, yo los gobierno, tu palabra no vale nada para ellos, pero mi palabra es ley y es algo que debes de entender. El matrimonio lo quieres tú, no yo, tú te impusiste ante mí, no yo hacía a ti. Ellos solo buscan protegerme, pero tú, solo eres un obstáculo en su camino que ellos están tolerando por mí.
Solté el arma y Luigi la bajo.
_ No me gusta que cualquier hijo de puta te mire desnuda, soy posesivo Deianira.
_ ¿Y? Yo no soy tuya Luigi y no es cualquier hijo de puta los que me están viendo, son mis hijos, son mi familia y métetelo en la cabeza, porque si quieres este matrimonio, ellos, todos ellos vienen en el paquete, te guste o no.
_ Además, mirábamos su herida no sus pechos _ dijo Vlad
_ Ya es suficiente. Todos salgan, quiero cambiarme de ropa, es hora de volver a casa. Liu, venda la herida. Estoy cansada.
Vladimir salió, pero Getto se quedó parado esperando a Luigi que no se veía con ganas de salir de la habitación, me volví a sentar en la cama y Liu tomo la misma posición de antes.
_ Sal _ ordene, Getto me miro y después salió.
Se hiso un silencio en la habitación en lo que Liu trabajaba en limpiar y vendar la herida.
_ Los puntos quedaron bien, pero, quizá te quede una cicatriz _ resople
_ No sería la primera ni será la última ¿Mi maleta?
Liu se levantó y me paso la maleta que estaba junto a su botiquín
_Limpiare todo en lo que te cambias _ asentí
Abrí la maleta y saqué unos leggins de cuero n***o, una blusa negra de tirantes y mangas caídas, un corset que no podía faltar y unos botines negros. Me empecé a cambiar enfrente de Luigi, de todos modos, no es algo que no haya visto, eso no lo sabía el, y no fuera a ver en el futuro.
_ ¿Te vas a poner un corset? _ me pregunto Luigi que seguía recargado en la pared con los brazos cruzados
_ ¿No debería? _ le pregunte en vez de responder
_ Tus costillas
_ ¿Qué pasa con ellas?
_ Te las vas a lastimar más con la presión del corset
Me puse el corset y jale los hilos para apretarlo a mi alrededor, mi costilla lastimada protesto, pero me gusto el pequeño dolor que sentí.
_ Me sirve la presión del corset para que no me afecte el movimiento que hago al caminar o moverme y solo esta lastimada, nada que no pueda manejar, además tu no ayudas mucho a mi comodidad interviniendo constantemente (refiriéndome al pequeño altercado anterior).
Me senté en la cama para ponerme los botines y Luigi se alejó de la pared, se puso en cuclillas enfrente de mí y agarro mi pie para poner el botín.
_ ¿Qué estás haciendo? _ le pregunte sorprendida
_ Te ayudo a ponerte los zapatos
_ ¿Y quién te pidió ayuda?
_ Tienes una herida y con puntos, si te doblas te dolerá y jalaras los puntos que tienes _ dijo con desesperación disimulada
Cambie el ángulo en que estaba sentada y me doble, agarre la barbilla de Luigi que levanto para mirar mis ojos.
_ Luigi, no soy una niña que necesita ayuda cuando está herida. No es la primera vez que estoy en estas condiciones, he estado peor y, aun así, me visto sola, me pongo sola los zapatos y camino sola sin la ayuda de nadie, ni siquiera Getto llega a tanto, no me gustan los mimos cuando son innecesarios, ponerme los zapatos no es ningún problema para mí.
_ Algún día tendrás que decirme porque terminas en esas condiciones, soy paciente, tenemos una vida para que me lo cuentes, pero ahora, solo compláceme _ susurro. Termino de ponerme los botines y me miro _ sigo pensando que deberías quedarte aquí _ levante una ceja _ bien, has como quieras.
Salió de la habitación y Liu Xiulan me miro.
_ Odio admitir esto, pero ese tipo realmente estaba asustado por ti.
Me levanté, recogí mi mierda y salí de la habitación con Liu pisándome los talones. Getto me quito la maleta y Vlad agarro el botiquín de Liu cuando llegamos al piso inferior. Luigi estaba sentado en el sillón, me miro cuando pase a su lado.
_ Ten cuidado, tome represalias contra la Bratva y no sé cómo vayan a reaccionar, si te atacaron una vez, pueden volver hacerlo.
Parpadeé, y solté una carcajada que me dolió mi pobre herida
_ ¿Crees que le tengo miedo a la Bratva? Luigi, no me insultes, si quieren venir que vengan, les voy a dar la bienvenida porque también me la deben, uno de mis niños está en el hospital, y eso, va a tener sus consecuencias.
Luigi se levantó y para mi sorpresa me abrazo pasando su brazo debajo de mis pechos y jalándome para que mi costado izquierdo quedara pegado a su ancho pecho cuidando de no tocar los vendajes de la herida.
_ Hablo en serio Deianira, no te arriesgues, si vinieron por ti una vez lo pueden volver hacer, además, ya tomé represalias y no necesitas involucrarte tú en esta guerra _ no respondí porque sabía que Mikael no lo volvería hacer, pero ahora no era el momento de dar a conocer el tipo de relación pasada que tuve con él, ni que gracias a mi Mikael es el Pakhan de la Bratva.
Secretos, tantos secretos entre los dos que no sé si sea un buen comienzo, ahora el descubrió demasiado de mí y Luigi no es tonto, debió haberse dado cuenta del cuidado excesivo que tuvieron con mi sangre y si es inteligente debió haber conseguido una muestra de mi sangre.
Solté un suspiro.
_ He dependido de mí misma durante mucho tiempo, he tomado las decisiones de mi vida durante mucho tiempo, he cuidado de niños cuando yo misma era una niña, no necesito ni quiero un guardián las veinticuatro horas del día Luigi, no quiero que pienses ni tomes decisiones por mí porque esto no va a funcionar, francamente no acepto esto todavía, pero por esta última vez hare lo que mi padre quiere, pero eso no significa que tú vas a gobernar sobre mí ni sobre mi vida.
Me aleje de él, al principio se resistió en dejarme ir, pero a la final me soltó.
Lo mire directamente a los ojos dejándole ver mi alma, le di un gran regalo sin él saberlo, y hable muy seriamente con él, esperando que comprendiera lo que le estaba pidiendo y me lo concediera.
_ No necesito un padre, ni un hermano porque ya los tengo, necesito un compañero y un confidente, y aunque tengo a Getto no es lo mismo, porque él no puede ser el compañero que yo necesito. Luigi, si quieres este matrimonio vamos a tener que aprender a soltar las riendas de nuestra unión si quieres que permanezca y nazca una relación, porque ellos _ señalé a Getto, Vladimir y Lui Xiulan _ te van a intentar matar con tal de protegerme a mí y yo voy a matarte si alguno de ellos muere, no te quieren y tú tampoco los quieres, pero no quiero una guerra en mi casa, siempre les he dado un hogar a todos mis niños, yo soy su hogar y donde yo estoy ellos están, porque es su casa donde pueden ser ellos mismo, tú eres un obstáculo para ellos y de ti dependerá si lo seguirás siendo, un conocido prescindible o te convertirás en alguien que ellos aprendan aceptar. No tomes decisiones por mí, hablando se entiende la gente, aprende a escucharme como yo voy aprender a escucharte a ti.
_ Ve a descansar, hablaremos después _ me dijo alejándose de mí y eso, aunque parezca absurdo, dolió, no quería que se alejara de mí. Lo mire mientras subía las escaleras sin volverse a mirarme ni una sola vez.
_ Deberías de irte _ miré a Derain_ te necesita.
_ Tu eres para él lo que Getto es para mí _ Derain solo me miro sin negar ni confirmar nada.
Asintió con rostro impasible.
Sali de la casa de Luigi con un nudo en el estómago, ahora lo único que quería era dormir hasta que mi mente y mi cuerpo encontraran el equilibrio que perdieron cuando Getto se fue.