Ethan seguía insistiendo y a mí no me gustaba que lo hiciera, de hecho, me molestaba un poco, considero que no se debía presionar a nadie y menos para que salga contigo.
Le encargada de mi galería en LA me había llamado una mañana informándome que mis compradores pedían siempre verme, era algo que siempre pasaba, ellos querían conocer al artista así que tenía que ir y quedarme una temporada, cosa que no había hecho en más de un año porque no quería dejar a Bree y a Rachel solas, así que eso me tenía un poco nerviosa, no sabía cómo contarle a Bree. También había pensado que esta era la excusa perfecta para alejar a Ethan un poco. Es que tenerlo en casa siempre me molestaba completamente.
Esa tarde Ethan se había llegado a mi galería con la excusa de comprar un cuadro, sus escusas obviamente eran realmente estúpidas, no era necesario que las dijera, los dos sabíamos porque venía. Cuando llegué a casa esa noche también me lo encontré ahí, ya me estaba cansando, esto en mi parecer era considerado acoso. No saludé y subí directamente a mi habitación. Me eché en la cama con los brazos abiertos y ahí me quedé, perdida en mis pensamientos quien sabe por cuánto tiempo hasta que Bree se acostó a mi lado con Rachen encima de ella. Instintivamente las abracé y me acurruqué a ellas.
- ¿Estás bien? –Preguntó preocupada.
Suspiré y no le respondí.
Me miró con el ceño fruncido –Sky.
Aparté la mirada y me concentré en Rachel –Tengo que volver a LA. –Solté de una vez aun sin mirarla.
Mírame ordenó, pero yo negué. Así que me hizo subir la mirada.
-Te conozco muy bien como para saber que no nos quieres dejar solas, pero estaremos bien, te lo prometo.
Asentí –Tampoco quiero irme, no me quiero perder ni un solo segundo de esta hermosura –Dije refiriéndome a Rachel.
Ella asintió –Lo entiendo, pero es tu trabajo, así que tienes que ir, además es lo que te gusta hacer y te serviría para distraerte, estar siempre en casa con nosotras te va a volver loca. Y por Rachel no te preocupes, puedes verla en vivo en todas las cámaras de la casa.
- ¿Y si me olvida?
-Eso no pasará –Respondió riendo.
- ¿Pero y si pasa?
- ¿No te parece que compartir el mismo rostro con mamá es suficiente para que no te olvide?
Asentí riendo –Tienes razón.
-También puedes ir conmigo una temporada. –Dije mirándola fijamente, pero ella negó.
-Ve, resuelve tus cosas y cuando estés un poco más libre iremos a verte.
-Está bien –Dije suspirando.
- ¿Cuándo piensas irte?
-Pues tendría que estar allá para ayer. –Dije riendo.
Ella negó sonriente –Estas loca ¿Lo sabes no?
-Un poco. Primero voy a dejar todo listo aquí. Tengo que hablar con mamá también, quien me va a poner el grito en el cielo porque ya estaba acostumbrada a que estuviera aquí siempre.
-Suerte con eso, no te acompaño.
-Gracias, eres la mejor hermana del mundo –Respondí riendo.
- ¿Qué pasará con Ethan?
Voltee un poco los ojos y negué –No tengo nada con el Bree. Pero debemos hablar de esto. No quiero nada con él, estoy un poco cansada que se aparezca en todos los lugares en donde estoy. Así que lo mejor es que no le digas donde estaré.
Asintió y ahí nos quedamos un rato más hasta que Rachel se aburrió.
Mamá me hizo un drama enorme cuando le conté que me iba a LA.
-Pero mamá, si no me voy a otro país, estaré unas horas de aquí.
-Pero mamá nada Sky, prometiste que no te irías.
-Por favor. Entiéndeme. Bree ayúdame –Dije esta vez mirando a mi hermana quien le daba de comer a Rachel.
-Yo no sé nada Sky, no me metas –Dijo ella riendo.
Le dediqué una mirada asesina –Gracias hermana. Ella solo sonrió y continuó concentrada en la bebé. Mi madre se puso en medio de las dos y se cruzó de brazos
-Deja a tu hermana tranquila. Ella no tiene nada que ver.
Bree me sacó la lengua orgullosa y yo negué ¿Cuántos años tienes 5? –Dije mirándole a través del hombro de nuestra madre.
-Tal vez 2, como Rachel –Respondió orgullosa.
-Se supone que yo soy tu gemela, se supone que tienes que ayudarme y apoyarme en todo.
-Basta las dos –Dijo nuestra madre seria. ¿Cuándo piensas irte?
- ¿Estas aceptando que me vaya?
- ¿Tengo de otra?
Sonreía y me acerqué a ella para abrazarla.
Despedirme de Rachel fue la cosa más dura que haya vivido. Había estado tan pegada a mi bebé que separarme de ella me estaba costando una vida entera. Apenas subí al avión me sentí triste, lloré todo el camino y apenas aterricé le hice una video llamada a mi hermana.
-Quiero hablar con Rachel –Dije apenas contestó.
-No creo que sea posible, ella todavía no habla –Dijo Bree riendo.
-Aunque amo verte reír, no me parece gracioso.
-Vaya, alguien está de mal humor.
-Es que las estoy extrañando –Dije al borde del llanto.
- ¿Ahora quién es la llorona? –Dijo para molestarme, pero seguidamente me consoló.
No le dije a Ethan que me iba, así que al no encontrarme en ningún lugar empezó a llamarme cada instante. Agradecí que Bree no le dijo dónde estaba. Cuando me canse de que mi teléfono no parará de sonar le mande un w******p
- ¿Puedes dejar de llamarme? Estoy ocupada.
- ¿Dónde estás Sky?
-Que te importa. –Respondí y apagué el teléfono.
Los días siguientes transcurrieron bien, mis ventas iban subiendo cada día más, consideraba que cada vez pintaba mejor. Pero seguía extrañando a mis chicas, así que una parte de mi estaba con ellas.
Un fin de semana después de cerrar la galería me encontré con Ethan ¿Pero qué carajos hacía aquí? Voy a matar a Bree, definitivamente la voy a matar.
Él se acercó a mí y me abrazó, para ser sincera su abrazo me hizo sentir en casa así que me quedé ahí pegada a él.
-Ok, algo está pasando aquí, la Sky que yo conozco ya me hubiese apartado.
Suspiré y me aparté de el –Así es como arruinas un buen momento –Dije volteando un poco los ojos. Me volvió abrazar y me dio un beso en la frente.
- ¿Qué haces aquí? –Pregunté seguidamente.
-Vine a verte.
- ¿Cómo llegaste aquí?
-En avión.
-Ethan no juegues conmigo –Dije sería. –Sabes muy bien de que estoy hablando.
Se encogió de hombros –No, no lo sé Sky.
-Fue Bree ¿no? Ella te dijo dónde estaba.
Lo vi sonreír un poco tímido –No, a tu hermana no pude sacarle ni siquiera que no estabas en la ciudad.
-No puedo creerlo –Dije mirándolo fijamente, porque en serio no me lo creía. Bree, era fan de Ethan
El asintió sonriente –Fue tu madre.
-La voy a matar. –Dije negando.
- ¿Por qué? Si tienes que admitir que estas feliz porque estoy aquí.
Negué orgullosa –Eso jamás.
Lo vi reír –Sé que en el fondo si estas feliz de que esté aquí. Aunque lo niegues. Vamos –Dijo tomando mi mano –Te invito a comer.
Una parte de mí no quería admitir que era cierto, pero no aparté la mano tampoco. Me había sentido sola estos días.
- ¿Dejaste a todas tus mujeres allá solas? –Pregunté para molestarlo apenas subimos al auto. El me miró serio.
-Ya te dije que no voy a estar con ninguna otra mujer.
-Yo no te lo estoy negando Ethan. No tienes por qué esperarme, yo creo que jamás voy a estar lista.
-Sé que no, pero si quiero demostrarte que valgo, aunque sea un intento tengo que ser un hombre ejemplar.
Asentí y me quedé en silencio mientras veía por la ventanilla del auto. Él tomó mi mano y depositó un beso en ella. Apenas llegamos abrió mi puerta y caminamos tomados de la mano. La cena transcurrió de maravillas. Tenía que admitir que lo había extrañado, pero eso el no lo iba a saber. Esa noche ambos nos pasamos de copas, cuando se despidió de mi me robó un beso, era nuestro primer beso en esos dos años que llevábamos conociéndonos. Me separé de el jadeando, eso definitivamente no debió pasar así que prácticamente le cerré la puerta en la cara. Sus labios eran tan suaves como ni siquiera lo había imaginado. ¿pero por que carajos piensas en eso Sky? me regañé mentalmente.