Capítulo 20: Dentro del bosque

2352 Words
Betty corrió con todas sus fuerzas, sin mirar atrás, no había tiempo para eso, se sintió mal por Cole, por haberlo dejado atrás, pero sabía que la mayoría de los asesinos seriales disfrutaban casando a sus víctimas, mientras colocara más y más distancia entre ella y su amigo mucho mejor, de esa forma el basurero correría tras ella.   Justo en ese momento comenzó sintió una presencia sobre ella, se volteó para comprobar si la perseguían, y así era, varias palmas atrás, su atacante corría a por ella, Betty acelero el paso, cruzo hacia el bosque, necesitaba un lugar para esconderse, idear un plan, no era buena idea quedar atrapada en un claro, eso le daría mayor visibilidad a Elio, lo cual sería una ventaja para él y una muerte segura para ella.   Trato de dar pasos agigantados, abriendo sus piernas todo lo que podía, después de todo el hombre era más alto que ella, más delgado, y de seguro más rápido, sus botas se quedaban atoradas en la nieve, algo que la regresaba demasiado.   Puedo correr hacia la casa, de los vecinos del hombre, pero no quería poner su vida en peligro, ya era suficiente con que Cole estuviera involucrado, y muy a su pesar herido, no podía ser la responsable de otro incidente como ese.   Una bala pasó sobre su cabeza, y termino en un árbol, ella se cayó al suelo debido a la sorpresa, al voltearse observo a Elio caminando hacia ella, mientras la apuntaba con el arma, Bethany rodó hacia un lado, huyendo de la trayectoria de sus disparos.   —Betty, Betty, Betty. — dijo Elio con un decepcionado tono de reproche. — ¿de qué vale esconderte? Voy a atraparte de todas formas, y tu lindo cuerpo terminará dentro de la bolsa con tu nombre.   Primero se congelaría el infierno antes de morir en menos de ese degenerado, no lo permitiría lucharía con cada tomo de su cuerpo, por esa razón se volteó con rapidez y disparo hacia él, dos podría jugar a ese juego, no a punto hacia el cuerpo del hombre, en cambio lo hizo hacia una rama sobre él, una muy grande que cayó directo su cabeza, el grito de dolor y termino en el piso.   Betty se puso de pie y nuevamente comenzó a correr, perdiéndose dentro del bosque, quizás debía salir de allí, correr hacia la carretera, detener cualquier auto y pedirle que la sacaran de allí, se escondió detrás de un gran árbol, lo suficientemente grueso como para brindarle algo de protección, recordó que aún llevaba su teléfono móvil y lo tomo entre sus manos.   La llamada con su tío se había caído, o quizás él había colgado, ella le marco, atenta a los sonidos detrás de ella, la verdad había corrido muy lejos de Elio, y sinceramente no captaba ningún sonido fuera de lo normal, el bosque permanecía callado, unos cuantos pájaros cantaban en la distancia, tranquilos, desconociendo el peligro que se escondía entre la vegetación del lugar.   —¿Betty? — respondió su tío tras la línea.   —Sí. — respondió en susurro. — tienes que llegar ya, o voy a terminar en una bolsa de basura.   —Justo estoy aparcando en el mismo lugar de antes, ¿puedes llegar hasta aquí?   —No lo creo, estoy un poco cerca, pero Cole está herido en la casa, y el basurero anda suelto por los bosques con una de nuestras armas, no puedo abandonar a mi amigo. — ella se volteó para buscar alguna señal del delincuente, pero no encontró nada.   —Muy bien, ya pedí algunos refuerzos, pero estamos en una zona muy alejada del pueblo, lo hice con la excusa de tener pistas del basurero, Michael se encargará de Cole, y yo iré a buscarte, ¿me descubres el lugar exacto donde te encuentras?   —Eso está difícil tío, solo veo árboles a mi alrededor, justo ahora estoy detrás de uno enorme, y escucho algunas aves. — subió su cabeza buscando detectar la r**a del animalito, la reconoció de inmediato porque en el pueblo eran muy comunes, de hecho, eran consideradas el animal del estado, como un símbolo patrio. — son Bolseros de Bullock. — le dijo. — de colores amarillos y naranjas.   Inmediatamente el color le recordó a Asher, siempre asociará el naranja con su persona, verdaderamente estaba loca por ese chico, a minutos de morir y ella solo podía pensar en él, siempre pensaba en él, se preguntaba cuando el recuerdo de su primer amor dejaría de doler, esperaba algún día despertarse y no pensar más en él, que fuera nada más que un recuerdo del pasado, uno que ya no la molestaba, pero desconocía el momento en el que superaría a Asher Foster.   —Bueno eso no me sirve de nada Betty, en esta ciudad encuentras Bolseros en cada esquina.   —Es lo único que tengo. — dijo resignada.   —Ponte en movimiento, no te quedes en un solo lugar.   —De acuerdo, entonces voy a colgar.   —Muy bien, pero llámame en cuanto llegues al auto, o veas algo significativo que pueda guiarme hasta a ti.   —De acuerdo adiós.   Todo el tiempo que estuvo detrás del gigantesco árbol lo hizo agachada, así que se puso de pie, para inspeccionar el perímetro, en busca de peligro, pero ni siquiera se había erguido en su totalidad cuando una bala le paso por un costado, inmediatamente se lanzó al suelo, tapando su cabeza.   —¿Por qué no te pones de nuevo de pie cariño? — era el basurero. — te prometo que esta vez no voy a errar.   —Para ser un asesino profesional, tienes una terrible puntería. — le grito ella, necesitaba que hablara de nuevo, para poder detectar su paradero, y lograr ponerla una bala a su horrible persona, después de todo nadie lo extrañaría, además tenía que pensar con frialdad, era su vida o la de él, y sinceramente quería asistir a su graduación.   —Sabes eres muy valiente, ¿tratar de encontrar al asesino de tus padres tu sola? ¿A qué adolescente se le ocurre eso? Eres una puta heroína, deberían escribir un maldito libro acerca de ti.   —No sería mala idea. — converso ella, escucho algunas pisadas, eso significaba que se acercaba, trato de asomar la cabeza fuera de su refugio, pero inmediatamente una bala voló hacia ella, nuevamente la esquivo con rapidez, él estaba muy cerca como a seis metros de ella.— ¿sabes cuál sería el final de mi libro? Tú muriendo lentamente, en un extraordinario dolor, pagando al fin por todos tus crimines. — contó el sonido de sus pasos… dos, tres, cuatro… habría cortado un metro menos, el corazón de Betty comenzó a latir con fuerzas.   —Yo decidiré como partir de este mundo, cuando el tiempo llegue yo mismo acabaré con mi vida.   —Si ya me contaste tu loco y suicida plan, pero te aseguro que haré todo lo posible porque no se te cumpla el deseo.   El arma en sus manos contaba con un cargador de trece balas, al igual que la de él, estaba en ventaja, porque ella solo había gastado dos, al derribar la rama, pero él ya había usado cinco, ¿quizás si lo hacía vaciar el arma? Tendría mayor posibilidad de salir vivía de esta, después de todo él no podría recargar, porque ella tenía los cartuchos de repuesto, justo en uno de sus bolsillos.   —¿Cómo está tu cabeza? — le pregunto llena de malicia, necesitaba una reacción de su parte. — de seguro que te duele, esa rama se veía pesada.   —Me martilla como el infierno, y no paro de sangrar, pero solo me hiciste enojar, no debiste hacer eso, debiste acaba con mi vida.   —Si tienes razón. — respondió. — aunque admito que no quiero rebajarme a tu nivel, pero si no me dejas otra opción te mandaré directo al infierno.   —¿Por qué no sales y vemos quien manda al infierno a quién?   No iba a ser ella, no iba a morir ese día, sin importar que le costara, iba a luchar, patear, correr, atacar, iba a sobrevivir a toda costa, nuevamente sé prometió, que el día en que fallecería Bethany Andrews, sería el mismo día en el que el infierno se volviera hielo.   Tomo una gran roca que tenía frente a ella, la arrojo hacia un costado, Elio disparo hacia el lugar donde cayó la roca, al menos tres veces, ella se paró con rapidez y salió por el otro extremo del árbol, disparándole a su agresor, en el hombro y en la pantorrilla, Betty era una excelente tiradora, podría una puntería casi perfecta.   El basurero gritó y cayó al suelo, ella regresó a su escondite, estoy segura de que preguntara, ¿no tenía miedo? Por supuesto que lo tenía, pero no podía permitir que el miedo la congelara, necesitaba ser más fuertes que las pruebas que la asedian, necesitaba colocarse la armadura y salir al combate, nadie iba a salvarla, tenía que salvarse solita.   —¡Perra! Te juro que te mataré lentamente, y luego iré tras de todos a los que amas, inclusive el maldito pelirrojo, Asher Foster.   Algo se revolvió en su estómago, las manos se le pusieron frías, no iba a permitirlo, ese lunático no pondría ni una sola mano sobre Asher, calculo sus posibilidades, realmente no quería matarlo, quería justicia, y eso llegaría poniéndolo tras las rejas, y que nunca más fuera capaz de salir en libertad, tenía que seguir corriendo, hasta que la caballería llegara y lo arrestaran, no comprendía como era que seguía caminando, después de todo, lo había molido a golpes con la culata de su arma, le arrojo una rama en la cabeza, y ahora le había disparado, eso de seguro tenía que dejarlo en el piso.   Betty tomó varias bocanadas de aire, se armó de valor y nuevamente corrió por entre los árboles, escucho como él gritaba su nombre, pero no se detuvo, ni siquiera miro hacia atrás, de seguro se quedaría allí y con suerte se desmayaría por la sangre perdida, pero no fue así, Elio se puso de pie y le disparo a la chica, la bala impacto su brazo izquierdo, ella cayó al suelo con un grito de dolor, se arrastró detrás de un árbol mientras otros proyectiles pasaban cerca de su cuerpo, al parecer su abuela tenía razón al decir que hierba mala nunca muere.   El dolor le nublo la vista, eres una mierda recibir una bala, ¿Cómo era que en las películas se ponían de pie tan rápido? Tuvo ganas de vomitar, pero respiro profundamente, rasgo su camiseta y se amarró el pedazo de tela alrededor de su brazo, el cual apenas si se podía mover.   —¿Duele como el infierno cierto? — le grito su perseguidor.   —Vete a la mierda. — le respondió. — realmente tienes una puntería de mierda, comienzo a dudar de que seas el basurero. — trato de molestarlo para que descargara su arma. — creo que solo eres una balurda imitación, después de todo, supuestamente eres el terror del pueblo y no has logrado derribar a una chica de diecisiete años, ¿no es eso patético?   —Voy a cortarte pedazo a pedazo, sin matarte, para que sufras mocosas insufrible.   —Seguirías teniendo una puntería de mierda.   Allí fue, el disparo hacia al árbol, una y otra vez, hasta que evidentemente se quedó sin balas, él maldijo su suerte y se acercó cojeando hacia ella, cuando estuvo cerca Bethany se abalanzó hacia él y ambos rodaron por el suelo, el trato de quitarle su arma, pero ella no lo permitió, de hecho, logro dispararle de nuevo, justo en el hombro, él se echó hacia atrás con un alarido de aflicción, pero incluso después de eso, no se detuvo, la furia en sus ojos era la responsable da tanta fuerza bruta.   El tomo el cuello de Bethany y comenzó apretarlo, Betty lucho con fuerza, trato de zafarse de él, pero no lograba, fue el único momento en el que el terror se apoderó de su alma, su tío le había enseñado a librarse de este tipo de agarre, pero no podía recordar el movimiento, iba a morir, en manos del mismo asesino de sus Padres, observo su rostro, era un tipo apuesto, asocio su aspecto con el de lucifer, después de todo la biblia decía que era el más hermoso de los ángeles, y termino siendo la perdición de toda la humanidad.   Bueno estaba cara a cara con la maldad y perdía la pelea, ¿eso fue lo último que vieron sus Padres? ¿A este tipo? Al menos partiría de este mundo compartiendo algo con sus progenitores, esperaba verlos, abrazarlos y decirles cuanto los extrañaba.   —¡Betty! — escucho a su Padre gritar, ella sonrió, la casi, pronto se terminaría el dolor.   Pero no fue así, alguien derribo a Elio, quitándoselo de encima, ella tosió con violencia, contorsionándose por el dolor en su pecho, al recibir nuevamente el aire, cuando volteo a ver a su salvador, que definitivamente no podía ser su Padre, noto que era su tío, Cesar estaba sobre el criminal, moliéndolo a golpes.   Con cada golpe recibido su tío iba recitando la perorata legal, que se debía decir al momento de arrestar a un individuo.   —“Tiene derecho a permanecer en silencio.— golpe, golpe, golpe.— Cualquier cosa que diga podrá ser utilizada en su contra en un tribunal.— golpe.— Tiene a la asistencia de un abogado durante su interrogatorio.-más golpes, que terminaron sacando mucha sangre del rostro del tipo.— Si no puede pagarlo, se le asignará uno de oficio.— él cesó los golpes y tomo al tipo de la solapa de su camisa.— ¿Entiende usted estos derechos?”.— para ese punto ya no había nada que entender, el criminal yacía desmayado bajo el cuerpo de su tío.   —Se acabó. — dijo Betty, y luego cerro los ojos, toda la adrenalina abandono su cuerpo y finalmente se desmayó.
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