Continué guiándola de la mano mientras subíamos las escaleras, intentando hacer el menor ruido posible. Olivia no dejaba de sonreír y aquello era poco inusual en ella. Noté el charco de agua que íbamos dejando a nuestro paso y me asusté, no quería que Annie la notará que había vuelto a estas horas de la noche y acompañada de alguien, está no era mi casa y estaba jugando con fuego. Al llegar a mi habitación abrí la puerta lentamente con cuidado de que está no rechine y permití que la Whiteblood pasará primero. Mientras cerraba con el mismo cuidado la puerta se podía oír de fondo el sonido de los truenos y la lluvia cayendo con aún más violencia que antes. La tormenta estaba en su punto culmine justo cuando giré y pude observar el gran problema que tenía frente a mi. Olivia me observaba

