NARRA OLIVIA WHITE. Intenté acomodar un poco mi vestido antes de ingresar al edificio, pero aquello era inútil ya que aquel trapo estaba demasiado arrugado. Las miradas de varios individuos al pasar cerca de mí me hacían notar que estaba mucho peor de lo que imaginaba. Abrace mi cuerpo cruzando mis brazos en un intento de cubrir lo suficiente mi apariencia. Subí hacia mi oficina mientras no había un solo Whiteblood que no volteará a verme. Un whiteblood tiene como prioridad mantener su imagen ante el resto y cuida de está con mucho detalle. En especial mi progenitor que era conocido por su elegante apariencia y por supuesto yo que era una imagen proyectada de él, como siempre sabe decirme, es por eso que elige con mucho detalle personalmente mi atuendo de cada mañana. Si me viera en

