Si cada día tuviéramos la suerte de poder observar un eclipse, esté en determinado momento se volvería habitual en nosotros y pocos serán quienes lo continúen observando con el correr de los días sin haberse acostumbrado a dicho acontecimiento. Pero si luego de muchos años sin poder verlo, repentinamente fuéramos sorprendidos por algo tan maravillosos como un eclipse, estoy segura que toda la ciudad lo observaba expectante. Solo lo diferente atrae miradas, solo lo distinto obtiene atención. Al cruzar la puerta del instituto ya no era una más del montón, como el día anterior, hoy todos me observaban expectante. No había ningún individuo Blood del color que fuera que no me prestará. Aquello no me hacía sentir cómoda pero tampoco me molestaba lo suficiente, muy internamente sus mirada

