Un bebé sin compromiso

4- ¿Te gusta la comida mexicana?

DECLAN

Salgo del ascensor y me dirijo directamente a mi oficina, sin tiempo que perder. En mi escritorio, veo por la ventana una pequeña figura familiar cruzando el estacionamiento. Es Jazmín, caminando de regreso a su auto.

Una sonrisa tira de mis labios y mi pene me recuerda lo interesado que está en ella. Estoy extrañamente contento de verla irse. Tal vez porque significa que está posponiendo su visita al banco de esperma hasta después de haberme dado una oportunidad justa. O tal vez simplemente es agradable ver esas caderas balancearse, incluso desde mi distante vista aérea. A pesar de lo poco que sé de ella, la mujer es muy atrevida, y eso me gusta al instante. Incluso si le gusta el turrón asqueroso.

Y mi mente se dirige instantáneamente a mi untando el turrón de una barra de chocolate en mi pene y luego viéndola chupando hasta dejarlo limpio. Si, en esas circunstancias, bien podría llegar a amar el turrón.

Recordando que estoy en la oficina y que ciertamente no puedo andar con una erección, ya que tengo un montón de reuniones, entro en modo trabajo. Sin embargo, no tengo más tiempo para pensar en la linda y misteriosa morena del ascensor, porque un grupo de personal me inundan, clamando por mi atención. La mayoría son gerentes senior. Mi buen humor por conocer a Jazmín comienza a agriarse.

Decido empezar con la persona más útil de inmediato: mi asistente.

—Lisa— grito por encima del parloteo, y todos se quedan en silencio. —Por favor, cancela todas las citas de esta mañana, discúlpate por mi ausencia inesperada y reprograma. ¿Y puedes traerme un café? Gracias—

Lisa asiente y sale corriendo por mi puerta. Una menos, quedan doce.

Me abro paso entre la multitud para ver que necesitan los demás y hacer que se apresuren a volver a sus oficinas para enviarme informes, completar envíos, consultar abogados y centrar sus equipos en las tareas más urgentes. Ya puedo sentir un dolor de cabeza por tensión agitándose detrás de mis ojos.

Mientras reviso un par de correos electrónicos, me decido por uno en particular que me acelera el pulso. Últimamente, la mayor parte de mi estrés se puede atribuir un objetivo obstinado. Una pequeña librería de la zona alta, al otro lado de la ciudad, que se niega a dejarnos adquirirla.

Necesitamos desesperadamente este trato. Estamos adquiriendo tantas librerías pequeñas como podamos, tratando de salvar no solo a Librerías Baxter, sino el modelo de negocio de las grandes cadenas de librerías de la extinción. Y, sin embargo, a pesar de nuestros mejores esfuerzos y de lo que debería ser una enorme diferencia de influencia a nuestro favor, nuestro oponente no se mueve ni un ápice. Ni siquiera nos da la oportunidad de negociar.

Así que, naturalmente, todo aquí se está convirtiendo en un desastre.

Me lleva una hora apagar todos los incendios. Finalmente, después de que mi equipo lo ha controlado todo, tengo un momento de paz. Tomo un sorbo de café agradecido, abro un informe que Lisa ha impreso y dejado en mi escritorio, y empiezo a leer los análisis financieros. Pero no puedo concentrarme en las palabras secas y densas. Mis pensamientos siguen volviendo a la atractiva mujer que conocí en el ascensor.

Bueno, ya se fue la mitad de la mañana…Puedo dejar que este informe espere unos minutos más. Soy el jefe, después de todo. Me tomo un momento para reclinar mi silla y reflexionar sobre el encuentro.

Jazmín. Ni siquiera se su apellido todavía, pero ya he aprendido lo suficiente como para despertar ni curiosidad. Se que la deseo: en mi cama, debajo de mí, encima de mí, donde sea que me deje tenerla. Apenas intercambiamos mucha información útil o historia personal, pero sobre todo porque estaba muy desconcertado por su situación. Mi primera impresión de ella fue que es una mujer fuerte, inteligente y, por supuesto, increíblemente hermosa.

No le pueden faltar las citas, y, sin embargo, ahí estaba, en camino a formar una familia ella sola. Me sorprende que todavía este soltera, y mucho menos que recurra a un banco de esperma y a la maternidad soltera. No parecía oponerse a las citas ni a los hombres.

¿Qué hombre dejaría que una chica como ella se le escapara de las manos? Tiene que haber una historia detrás de ella. Y no puedo esperar a descubrirla…entre otras cosas. Mi mente se detiene en su cuerpo, sus curvas, y sus piernas largas y bien formadas. La forma en que nuestras rodillas se rozaban enviaba electricidad y calor a través de mí. El indicio de escote cremoso asomando por su blusa.

A decir verdad, apenas entiendo por qué desea tanto un bebe. Siempre he sido del tipo de persona que solo tiene una vida, y no me disculpo por ello. Solo tengo espacio para un “bebe” en mi vida: mi empresa.

Puede que no me guste mi trabajo, pero tengo un deber con el negocio familiar que papá comenzó y, lo que es más importante, con sus empleados que ahora son míos. Eso nunca cambiará. Dios sabe que mi hermano y mi hermana estaban incluso menos interesados en hacerse cargo de la empresa que yo. Y nunca repetiría el error de papá de ignorar a su propia esposa e hijos para vivir en la oficina.

Probablemente no era una lección que pretendía enseñar, pero aprendí de su ejemplo que el matrimonio y la familia no se mezclan bien con una carrera exigente. No se pueden hacer ambas cosas sin arruinar una de ellas. Un hombre tiene que elegir una u otra, y como soy responsable de Librerías Baxter, eso significa permanecer soltero. No me molesta; es simplemente un hecho de la vida. Sin mencionar que la soltería no carece de diversión.

Pensar en lo divertido que puede ser que me recuerda a Jazmín. No tendría que ser parte de todo el estrés de ser padre, solo la parte divertida. La parte de las partes del cuerpo desnudas y los orgasmos. No tengo que cambiar mi vida y ella no tiene que cambiar la suya. Hay mucha diversión en una relación si ataduras. Ella tiene un bebe, ambos nos acostamos con alguien y todos ganan.

Bueno, no hay mejor momento que el presente. Si la tengo en mente y mi pene está excitado por el interés, ¿Por qué no empezar ahora mismo? Saco mi teléfono y le envió un mensaje a Jazmín.

Declan: ¿Sigues dispuesta a ir a esa cita?

Estoy a la mitad de escribir una nota cuando un Si aparece en mi pantalla.

Mmm. No hay muchos indicios de sus sentimientos, pero puedo trabajar con eso.

Declan: ¿Cuándo estas libre?

Pasan aproximadamente otros diez minutos, y luego:

Jazmín: Miércoles por la noche.

Eso es pasado mañana. Me alegra que ella este tan poco interesada en perder el tiempo como yo.

Declan: Me parece bien. ¿Te gusta la comida mexicana?

Esta vez la respuesta es inmediata.

Jazmín: Me vuelve loca. ¿Tienes algún lugar en mente?

Me río y le respondo:

Declan: Estaba pensando que podría recogerte y sorprenderte.

No tiene sentido en escatimar en juegos, incluso para un acuerdo de follamigos. Eso es la mitad de la diversión de una aventura.

Una pausa muy larga antes de que ella responda:

Jazmín: Preferiría encontrarnos allí, si no te importa. ¿A las siete está bien?

Me parece bien. Después de todo, no tiene forma de saber que no soy un asesino en serie, así que solo un idiota presionaría para obtener su dirección.

Declan: Claro, está bien.

Le envió la ubicación del restaurante, considero la situación por un momento y luego añado una ultima línea:

Declan: Espero conocerte mejor.

Pasan menos de cinco minutos antes de que responda.

Jazmín: Yo también a ti.

Sonriendo, dejo el teléfono. Hace mucho tiempo que no me siento tan intrigado.