Hannah Ocho meses, tres días con dieciocho horas. Es el tiempo que tuve a mi bebés viviendo dentro de mí, aún me parece irreal que los tengo conmigo, que están cerquita y puedo respirar su mismo aire. Hades y Hera, son los niños más lindos que alguna vez haya visto. Los ojos de mi princesa son como dos joyas preciosas, uno azul como el cielo en un día despejado, el otro café como la tierra fértil que da vida a todo lo que toca. En su mirada veo la promesa de un mundo nuevo, lleno de misterios por descubrir. Su cabello rubio es suave como la seda, como rayos de sol atrapados en cada hebra, y su piel blanca como la nieve recién caída, tan delicada y pura. En contraste, mi niño tiene el cabello rojizo como el fuego, rebelde y lleno de vida, y unos ojos verdes cual esmeraldas, brillantes y

