Capítulo XLIII: Madre no es quien engendra

1026 Words

Hannah  Luego de ese mágico beso, continuamos con nuestro camino, con una sonrisa que se desvaneció al llegar a casa y ver a mi madre sentada en el sofá del recibidor con una maleta a su lado. —Hija, te estaba esperando… —¿Qué significa eso?—Inquiero con voz trémula, señalando su equipaje. Ella duda en responder, no entiendo por qué, hasta que sigo su mirada y descubro que tal vez no quiere hablar frente a Hermes. Él carraspea, entendiendo sin necesidad de palabras , que necesitamos privacidad. —Estaré en la habitación con los niños—. Dice dejando un casto beso en mis labios para luego apresurarse a dejarnos solas. —¿Estás bien? ¿Por qué…? —Acabo de pedirle el divorvio a tu padre, Hannah—. Suelta de golpe. Su confesión me cae como un balde de agua fría. Abro la boca, pero no log

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD