Para morir iguales.

Capítulo 1

San Antonio, Texas.

Irina se pone nerviosa al recordar aquel joven de ojos verdes, la manera en que la trató, como le habló fue muy caballero y eso le gustó. Mientras tanto, Victor está hablando con su amigo Luciano sobre la venta de quesos y como le ha ido, a ellos se une Valentino Morales el esposo de Daniela Alvarez, conocida por todos en el pueblo. Se ponen a conversar de sus vidas y cada quien habla de sus respectivos amores. Victor es reservado en cuanto a hablar sobre lo qué pasa por su corazón, guarda con recelo el haber conocido a cierta morena, no quiere estropear las cosas sin haberlas empezado, se limita a hablar de sus planes a futuro. 

Luciano habla de su amor de infancia, no le da nombre pues tampoco quiere que nadie le quite lo que anhela tener, se refiere a ella como su "novia" los otros hombres le escuchan y les parece raro, pero lo aceptan.

Victor se va a su casa y no deja de pensar en la morena que en cuestión de horas se ha llevado sus pensamientos, le atrae es realista no habla de gusto pues eso es algo muy integral pero siente que ella puede gustarle y hasta convertirse en alguien muy importante en su vida.

Al día siguiente Irina como de costumbre se levanta, arregla su pequeño departamento y se baña, luego se pone crema y acto seguido se pone un vestido que le llega hasta las rodillas, sin escote y su cabello a medio recoger, su maquillaje es muy ligero, perfume y la ansiedad se apodera de ella; por otro lado Victor hace lo mismo, para él hacer las labores de casa es algo normal pues desde que quedó huérfano lo hace y se le da bien, pero también desea la compañía de una mujer que le entienda que le quiera y tenga metas en común. A pesar de ser un hombre de rancho disfruta el saber que una mujer sea culta y decente, no le gustan las mujeres fáciles y les huye. 

Se llega la hora de la cita y Victor de los nervios llega media hora antes, camina por el parque nervioso y practicando mentalmente como llevar una conversación con Irina. No sabe mucho de ella, pero lo que sabe le gusta y lo que ve en ella aún más. Aparece Irina y su cerebro y corazón se desconectan por completo de él, se siente nervioso sus manos sudan, siente mariposas y tiembla de miedo de fallar en su cita y que a ella no le guste.

Irina le sonríe tímidamente y él se congela al ver tal gesto, le devuelve la sonrisa y se acerca, le entrega un ramo de flores diversas.

-Aun no se cuales son tus favoritas y pedí que hicieran un ramo con flores combinadas. -Su voz suena más aguda y profunda de lo común.

-Gracias me encantan aunque debo confesar que es la primera vez que me regalan flores -baja su mirada y él sonríe. -¿Como estas Victor?.

-Estuve pensándote todo el tiempo y ahora que te veo estoy muy bien.

Pasean por el parque, Victor le compra un algodón de azúcar y ella ríe nada más de ver la cantidad de gestos que él hace para que ella sea feliz, se van conociendo y ya saben que ambos tienen mucho en común, como por ejemplo que ambos son huérfanos pero que eso no les ha impedido luchar por sus metas, ambos quieren lo mismo a futuro es decir progresar, y en lo emocional una pareja estable con quien formar una familia, se coquetean. Victor a pesar de ser mayor que Inés tiene el alma de un hombre inocente, si eso es posible él no es un hombre con malicia, no hay maldad en el, solo hay un hombre con un corazón precioso y con muchas ganas de amar y ser amado. Los dos se dan cuenta que podrían intentar algo, es muy prematuro decir si funcionaria o no pero a ambos les agrada la idea de conocerse más, de poder tratarse y llegar a algo más si se da en un futuro.

Pasan unos meses y Victor sigue cortejando a Irina, la trata con respeto y ternura. Es una combinación muy bonita, la mima, le hace sentir especial y ella hace lo mismo, se siente tímida y es muy introvertida pero él logra sacar en ella ese instinto de mujer que tiene dormido y que nunca a experimentado, ella le demuestra con hechos que él es un hombre valioso e importante para ella, él se sorprende con su lado tan masculino para conquistar,  se dedican canciones se escriben cartas, le regala flores. Son felices y descubren qué hay muchos motivos para sacar adelante sus sueños, se apoyan mutuamente.

Victor evita mencionar a Irina con sus amigos pues teme se la puedan quitar, en él se ha desarrollado un instinto de pertenencia que no conocía y eso lo despierta Irina.

Luciano se la vive viajando e intentando probar suerte pues quiere tener que ofrecerle a Inés, y en sus pensamientos ella le corresponde pero nada más alejado de la realidad. Irina solo tiene ojos para Victor, a Luciano lo ve como un amigo y nada más.

Irina y Victor continúan saliendo, cada vez se conocen mas y se dan cuenta de todo lo que tienen en común, se gustan y el no deja de decírselo le encanta ver como la morena se sonroja ante sus palabras y actos, no cabe duda es la mujer que lo completa. Unen sus soledades y de eso ha salido una relación muy bonita. Victor la respeta, se escuchan y se tienen en cuenta. A Irina le encanta lo que ha empezado a crecer en ella por el, su cariño la hace fuerte; siempre que salen Victor la recoge y la deja en la puerta de su casa. 

Un día Victor esta hablando a solas con Valentino y se dan la confianza suficiente para que el le cuente lo que le esta pasando con la morena y los sentimientos que cada vez se hacen mas fuertes en el, Valentino le anima a hacer esa pregunta que el tanto teme hacer.

Como siempre Victor busca a Irina a su trabajo y ella le recibe encantada, van caminando y lo nota nervioso.

-¿Estas bien?. Te noto nervioso, sabes que me puedes decir lo que sea por eso somos amigos -algo en ella se rompe cuando le llama así, pero lo disimula.

-Si, es que hay algo que te quiero decir pero no quiero que nuestra amistad se arruine si lo que te voy a decir y preguntar no te llega a gustar -su tono de voz denota nervios.

-¿Eres casado? - ella voltea la mirada y evita que una lagrima salga de ella.

-No -levanta la voz- claro que no, aun no, pero espero en un futuro no muy lejano estarlo -toma su mano y ella le mira avergonzada -pero primero necesito que ella me acepte para poder planear a futuro -se encoge de hombros y juguetea con una piedra.

-Sentémonos aquí y me cuentas...

Continuará....