El viaje fue extremadamente agotador, quizás porque no estaba acostumbrada a estar sentada sin hacer nada durante un largo periodo de tiempo.
Los chicos durmieron todo el vuelo, excepto uno que contribuyó a que no me muera del aburrimiento. Sí, Rubén se mantuvo despierto algunas horas del viaje y platicaba conmigo, me contaba con más detalles su itinerario y me daba algunos consejos para tratar a los medios y no morir en el intento.
-Nunca mires a la cámara cuando te sigan. Tampoco intentes explicar nada porque darán un giro a tus palabras, intenta pasar desapercibida cuando estés borracha. No te metas en escándalos...-enumeraba el boricua. Asentí a cada explicación mientras volvía a reprocharme por aceptar esta locura.
-Okay, lo tengo.
-Solo mantente natural, Moni.- comentó Rubén y
