La caverna resonaba con el fragor de la batalla. Mientras Llama del Ocaso, Amarok, Garras Rojas y Viento Veloz luchaban con fiereza contra los lobos corrompidos, la furia de Rayo de Sol lo impulsaba en su combate contra Sombra Oscura. El colosal lobo oscuro era una fuerza de la naturaleza, sus golpes devastadores y su aura opresiva. Rayo de Sol esquivaba, contraatacaba, buscando la más mínima abertura en su invulnerable defensa.
"¡Te dije que eres insignificante!", rugió Sombra Oscura, su voz reverberando en la mente de Rayo de Sol como un trueno. Levantó una pata masiva, cargada con energía oscura, y la descargó hacia Rayo de Sol. El alfa rodó apenas a tiempo, la onda expansiva de la energía lo arrojó hacia atrás, chamuscando su pelaje. El aire se llenó con el hedor a azufre.
El dolor e
