4 Sarah Con todos los disparos de iones que atravesaban el área durante la escaramuza, debió haberse agachado; incluso debió haber sacado su propia pistola de iones, pero no lo hizo. Miró a la izquierda y luego a la derecha, cuando entonces oí un zumbido familiar a mi lado. Tres soldados del Enjambre se transportaron a la sala, a solo unos pasos de mí, y atacaron. Al ver que uno de los soldados me iba a disparar, el atlán ni siquiera pestañeó. Juro que se hizo más grande, inflándose como si fuese un globo. Estaba enojado. Furioso, inclusive, pues los tendones en su cuello se hicieron notables y su mandíbula se tensó. Entornó los ojos, y cogió al soldado ciborg y literalmente le arrancó la cabeza sin siquiera haber sacado su pistola de iones. La sangre empezó a salpicar por todos lados m

