AMAIA —Era juez en Albuquerque —continúo, pensando que mejor lo suelto todo y termino con esto—. Se vio envuelto en algunos escándalos grandes y finalmente fue inhabilitado, condenado por manipulación de pruebas, soborno, solicitud de soborno, solicitud de prostitución y posesión de drogas. Entre otras cosas. Esa es la lista rápida. —Buen tipo —dice Tristán, silbando entre dientes. —¿Verdad? Cuando todo eso salió a la luz, fue aterrador. El mayor escándalo en Nuevo México en mucho tiempo. Incluso me investigaron por un tiempo porque era su esposa, aunque estábamos en proceso de separación cuando todo se derrumbó. El recuerdo me revuelve el estómago y miro hacia otro lado, no queriendo ver la decepción o el juicio en sus ojos. Lo he visto tantas veces en los ojos de otras personas; me d

