—Hola…— los salude y estaba seguro que mis ojos brillantes serian claros para ella — he venido para almorzar contigo Anna Wilson. Ambos se quedaron mirándome mientras entraba, pero yo solo tenía ojos para una persona, se trataba de la mujer delante de mí, parecía estar encantada por mi comentario. —Me alegra que llegaras hija, me sentía famélica para este momento— me sonrojaba un poco que me dijera hija, sabía que así era como ella se sentía al criarme desde pequeña, por cuestiones de distancia había dejado de decírmelo, pero me alegraba escucharlo de nuevo. —Bien, entonces me retiraré— cuando paso por mi lado apreté su brazo acercándolo contra mí. —¿Puedes esperar un momento? — le di mi mejor sonrisa e incluso ladeé mi cabeza para verme más adorable. Por un momento nuestros ojos se e

