Un gruñido salió de su garganta. Corrió con cuidado la tela, dejando que uno de sus dedos tocara mi piel y jugueteara con los vellos, eso me hizo aferrarme a sus hombros, mordí la parte de adentro de mis cachetes para evitar soltar algún sonido, cuando creía que todo terminaría ahí el introdujo uno de sus dedos. Solté un gritito que el sello con su boca antes que se hiciera más fuerte. Su espalda se enderezo, pero sus dedos no me soltaron. Era presa de la sensualidad de este hombre, ahora entendía al nivel de locura que había conducido a Jeanne, Un sonido molesto comenzó a llenar el cuarto en segundo plano hasta que se nos hizo imposible ignorarlo, se trataba del celular de Andrew. Ambos estábamos jadeando con fuerza y compartimos una mirada cuando el saco el celular de su pantalón.

