El sonido de la alarma está penetrando mis tímpanos, sentía como si mi cabeza fuera a explotar, sin duda aún estaba cansada. Lance mi mano a diferentes lugares para ver si podía acabar con la tortura, pero era inútil, no encontraba la razón de mi dolor. Finalmente tuve que rendirme y abrir uno de mis ojos, no había celular a la vista. Rendida me puse de pie buscando encontrarlo, sin saber cómo estaba debajo de la cama y cada vez parecía sonar más fuerte, terminé por meterme bajo la cama para encontrarlo, cuando vi la pantalla encontré que no era una alarma. Era una llamada de la abuela Wilson. Puse el aparato en mi oído mientras bostezaba, todo el lugar era un desastre debería arreglar mis cosas, me asome a la ventana para ver que aún no había amanecido, algunos rayos del alba apenas c

