Capítulo 1.B Un trágico principio

1715 Words
Abro mis ojos, siento que mi cabeza va a explotar, trato de acostumbrarme a la luz del día. ¿Dónde estoy? Lo último que recuerdo es que estaba en la capilla. Veo al padre Joe al lado mío, está sonriendo, ¿aún sigo en la iglesia? Trato de unir los hilos de los acontecimientos de ayer. Ayer estaba leyendo un libro esperando a Jeremy para disculparme por nuestra pelea, y… llegaron los policías y ya lo recuerdo. Jeremy murió. - ¿Estas bien? -me pregunta el padre Joe, mientras sujeta mi mano.  Lagrimas empiezan a deslizarse suavemente por mis mejillas, no tengo palabras, aún no soy lo suficientemente fuerte para decirlo en voz alta. Niego con la cabeza, trato de levantarme. El sentimiento de ayer vuelve enrollándome rápidamente. Deberías decir algo Agua Santa, el padre tiene cara de preocupado. Pensara lo peor, que te lastimaron anoche o que otra vez tienes cáncer. Jamás se imaginará el motivo de tus lágrimas. Fue algo tan al azar. Siento mucho dolor y mareo, quiero pararme, pero sé que no puedo, todavía el alcohol está en mi igual que mi desdicha. Las lágrimas no han dejado de correr, no sé si es eso, o mi falta de habla la que provoca que Joe me abrace, tal y como los viejos tiempos. Su abrazo es cálido y sincero como todos los que me ha dado-yo…-digo, tratando de pronunciar una frase sobre lo que paso. -Shuttttt-el padre me calla-tómalo con calma-continua.  Antes no creía en la iglesia ni en un Dios debido a muchas cosas .Mi madre era una alcohólica que nos pegaba, a mí y a mi hermanita .Adicionalmente tuve un padre controlador y autoritario que no nos dejaba estudiar ,era machista decía que el estudio era para los hombres .El padre de la Arquidiosis del barrio donde crecí, decía que estaba bien como actuaba mi padre  ,las mujeres solo sirven para atender la casa y obedecer al esposo dijo a la última misa que asistí .Me reencontré con el señor gracias a Joe. Cuando tuve cáncer y no tenía a nadie, Joe me visitaba y me ayudaba con mis crisis existenciales. Es la persona en la que más confio, no es que no quiera hablar con él, sobre todo, Es que simplemente no puedo, tengo un nudo en la garganta que a duras penas me deja respirar.  5 minutos después paro de llorar ya no tengo agua en el cuerpo ni fuerza en los ojos. No quiero verme en el espejo deben estar rojos de las lagrimas de ayer y hoy. Joe me suelta, coge una tetera que está al lado y me sirve en un vaso chocolate. No habia notado lo seca que está en mi garganta, no he tomado nada en 15 horas. Joe me ofrece el vaso y la tomo. Bebo un sorbo, el líquido caliente despierta mi garganta-esta deliciosa-le agradezco a Joe. Pedazos de la noche anterior, siguen volviendo a mí, Javier me llamo al celular del trabajo. Saco mi celular de la chaqueta, está muerto. Ese hombre debe estar preocupado. Debo llamarlo apenas pueda. Parece que el chocolate caliente funciona para humedecer mi cuerpo, pues las lágrimas empezaron a salir de nuevo. - ¿me regalarías un poco de agua, Joe? -Joe asiente y sale un momento del cuarto. Observo la ventana de al lado, hay unas cuantas personas caminando por la cera, personas que seguirán con su vida normal a pesar de que Jeremy murió. Creo que ya pasé la fase de negación.  Siento envidia, quisiera ser una de esas personas normales . Joe entra con un vaso de agua en las manos, y me lo entrega. Ya es hora Agua Santa tienes que decirlo, es una realidad. Me limpio las lágrimas nuevamente y bebo el vaso de agua completamente. Luego pronuncio viendo fijamente a Joe -Jeremy está muerto-la cara del padre cae en tristeza, el silencio permaneció en la habitación los siguientes minutos. - ¿está segura? -pregunta rompiendo el tenso ambiente. Asiento lentamente, ¿Cómo me puede preguntar eso? No estaría acá llorando como una pendeja. Me calmo, Joe no tiene la culpa de nada, -Ayer llegaron dos policías tipo 10 pm informando que Jeremy tuvo un trágico accidente en la autopista y luego…-trato de encontrar las palabras correctas, rompo el llanto-no sabía que hacer, no sabía a donde ir y llegue acá-Joe vuelve a abrazarme rápidamente-todo va a estar bien-me susurra como consuelo.  Esas son las peores palabras que alguien te puede decir, ¿Cómo todo va a estar bien, Jeremy está muerto? ¿cómo me voy a reponer de esto? -No lo entiendo padre, porque Dios me hace esto, he sido una buena persona, no le hago daño a nadie y Jeremy era un ángel. -El padre me aprieta fuerte, no me responde. Creo que no lo hace por que esta seguro que no lo escuchare, no hay justificación para lo que paso ayer.  Después de 15 minutos, paro de llorar y suelto a Joe, nada de lo que él diga podrá sanarme, no es como cuando tenía cáncer. - ¿Me regalas un minuto? Necesito llamar a alguien y mi celular está muerto-explico. El asiente, me entrega su celular, me quedo esperando que se vaya, sé que es su iglesia, pero esta llamada es personal, el sale entendiendo mi indirecta, marco a mi fiel amigo. -hola, ¿con quién hablo? -es su voz, reúno fuerzas para saludarlo. -hi, soy yo. -susurro, sin saber que más decir. - ¿Agua Santa donde estas? Té estuve llamando toda la noche, me entere de todo, lo siento mucho…yooo-se le entrecorta la voz, él no sabe que decir y eso que él siempre tiene algo que decir, pero Jeremy también era su amigo. Él tiene todo el derecho. -No sabia a donde ir o que hacer, lo único que sabia era que no quería estar sola en la casa-hay un largo silencio, Javier debe estar enfadado conmigo por no contestarle ayer. Yo lo estaría. Respiro profundamente - ¿podrías venir a recogerme? no creo que pueda conducir. - ¿Dónde estás? -vuelve a preguntar. -Donde Joe, adentro de la iglesia central de Chicago. -En 20 minutos estoy allá-responde. -Tampoco quiero ir al apartamento, es muy doloroso. -lo sé, ya nos vemos-comenta y cuelga el teléfono. Javier es mi mejor amigo. Lo conocí en el grupo de ayuda en el hospital el año pasado, él también tiene cáncer etapa 4. Cuando escuché su primer chiste sobre el cáncer, supe que seriamos amigos. Cuando me revelo que era gay supe que sería mi mejor amigo. Javier conoció a Jeremy por mí en el hospital. Cuando me dio una recaída, en los pulmones ambos llegaron a mi habitación preocupados por mi estado de salud. Jeremy empezo a invitar a Javier a cenas y barbacoas. Ambos llegaron a ser buenos amigos hasta el día de ayer, supongo.  Alguien toca la puerta-siga-grito-es el padre Joe, entra, se sienta de nuevo a mi lado y pronuncia lentamente -Lamento lo de Jeremy, no sé cómo te estas sintiendo. Pero te puedo asegurar que lo vas a superar, como lo haz echo siempre. -entrecierro los ojos, padre no continue por favor, nada de lo que diga funciona en este momento- Agua Santa a veces Dios le pone pruebas a las personas más valientes para que se vuelvan fuertes, fue un milagro lo que te ocurrió con el cáncer, no debes olvidar que estas entre las preferidas de Dios-. Cada palabra me provoca más rabia que la anterior, yo, preferida de Dios. No padre acaso no ve mi dolor, no ve que estoy muerta.  No pronuncio nada, esta vez es la rabia la que no me deja hablar. Me paro ignorando el mareo y las náuseas debido al trago de la noche anterior, tengo que salir lo antes posible de acá o diré cosas que no quiero decir. -Gracias por todo padre-comento sin verle a la casa y salgo de la Arquidiosis. El padre bendice -que Dios te proteja-. Espero afuera a Javier, la temperatura está bajando nuevamente, mi estomago cruje, tengo que comer algo. Mi carro aun esta estacionado frente a la iglesia ¿debería llevármelo de una vez? No estoy en condiciones. Observó el carro de Javier ha llegado mi salvador. El estaciona rápidamente el carro, baja, corre en mi dirección y me abraza. El dolor vuelve a mi rápidamente, ¿Cuándo se calmará este sentimiento? -Lo siento-Alcanzo a oír. -Yo también. -Respondo, en forma de disculpa por no contestarle el teléfono anoche. -Vamos-dice Javier después de abrazarme por cinco minutos. El lleva un suéter beige, un pantalón n***o, una bufando azul oscura y un gorro del mismo color debido al clima invernal de Chicago. Nos subimos al carro, el en el asiento del conductor y yo en el asiento del acompañante. - ¿haz hablado con los padres de Jeremy? -me pregunta de repente interrumpiendo mis pensamientos, niego con la cabeza-No sé si pueda-sollozo-Él pone su mano en mi hombro en forma de consuelo-debes hacerlo-ordena. -Lo hare, pero primero debo tomar un baño-comento es la verdad, no es una excusa. Tengo un dolor tremendo en la cabeza, bueno en todo el cuerpo. Javi no dice nada más. No pregunta que hice ayer, ¿Por qué resulté en la iglesia central? Mejor que no pregunte. No sabría como decirle que estaba borracha conduciendo y que por un momento pensé en quitarme la vida. Aun no entiendo, ayer estaba amaneciendo en la cama con el amor de mi vida y hoy estoy enguayaba en el carro de Javi tratando de sobrevivir. Imágenes de los últimos momentos con Jeremy vienen a mí. ¿por qué? ¿por qué estaba peleando con él? Cierro los ojos. Debí decirle que lo amaba. La culpa me invade. El dolor en mi pecho crece. -Ayer en la tarde tuve una discusión con Jeremy-digo en voz alta. Javi voltea a verme- ¿Por qué? -pregunta. -porque quería tener un hijo biológicamente y él no quería arriesgar mi salud. -respondo rápidamente, Jeremy siempre se preocupó por mí. Después de las quimioterapias, las personas tienen problemas para concebir. Ya estaba resignada a no tener hijo propio, pero hace algunos meses me embarace, tuve un aborto espontaneo. Jeremy y yo no le dijimos nada nadie, ni Javi lo sabe. 
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