La puerta del ascensor se abre en el vigésimo cuarto piso. Después de que Xavier tuvo un momento de mirar fijamente los ojos de Jessica, soltó su mano y el resto del trayecto en el ascensor fue incómodo.
Dado que la sala VIP era bastante privada y tranquila, Xavier podía salir del ascensor sin preocuparse por los blogs y los dueños de los tabloides. No había forma de que estuvieran aquí.
Jessica lo siguió mientras daba zancadas largas. Él empujó la puerta de la sala de su abuelo.
—Justo un minuto, Sr. Delgado, estoy verificando sus signos vitales, ¿puede esperar afuera?—, dijo una enfermera tan pronto como Xavier se paró en la entrada.
Él asintió y se dio vuelta, lo que lo hizo chocar directamente con Jessica. Su cabeza chocó con su pecho. Estar en esta posición le permitió percibir su
