Él me miraba con hambre, yo traté de ignorarlo y concentrarme en la conversación de negocios que compartía con Anthony. Asia me miraba de reojo y la mujer junto a ese señor me miraba con incómodidad, podía notarlo y eso me causaba aún más nervios. -Los dieciocho años son una buena edad- ese comentario atrapó mi atención, venía de ese señor que me producía una repulsión sin igual. Sus ojos se deslizaron por mis piernas y yo de pronto me sentí más desnuda que nunca. -Clara celebrará a la vez su mayoría de edad y su despedida- dijo Anthony con firmeza y sentí su mano en mi hombro, ni siquiera lo miré, ¿Cuál era el punto? No tenía ni voz ni voto. -Espero estar invitado- dijo el viejo y le miré cortamente sin decir nada. -Señor- me giré y vi a la madre de Priscilla mirando a Anthony- la co

