Natacha, les ofreció un postre de vainilla, Ulises su hijo, la estaba amando a Natacha, ella lo consentía en casi todo. Natacha los invitó para la próxima, tener una salida hacia la montaña, junto a un rico asado. Andrés se despidió de Natacha y le agradeció, por todo. —Los espero este jueves qué viene, Ulises se despidió de Natacha y le pidió un perro. —Esta bien te buscaré un perro —,Respondió Natacha. Andrés se despidió de Natacha, antes de irse la miró a sus ojos que eran de color verde esmeralda, él sentía mucho dolor aún por la perdida de su esposa, pero Natacha lo cautivaba, con su ternura, Andrés la abrazo y se despidió de ella. —Natacha se volvió a la cocina y le convidó un pedazo de torta, ellos se miraban, con esa mirada pura, pero aún no era posible pensar en tener algo,

