—Apologise to her (discúlpate con ella) —se escuchó en inglés de pronto en medio de la sala de juntas. Todos se giraron para verlo. Maximiliano se había puesto de pie y señalaba con un dedo a otro productor, un hombre alemán que no pasaba de los cuarenta y que se notaba que se sentía superior. —I don't understand, what do you mean? (no entiendo, ¿qué quieres decir?) —se defendió el acusado, pero su nerviosismo lo delató enseguida. —Ich verstehe dich. Bitten sie meinen chef um eine entschuldigung (Yo sí entiendo. Pídele una disculpa a mi jefa) —volvió a pedirle alentando las palabras, esta vez en alemán para que él supiera que entendía su idioma natal. Max dio dos pasos cerca de él y este también se levantó. Dos sillas lo separaban y el asistente del hombre, que permanecía sentado a su

