Motivos para reír.

929 Words
Llegué a casa, todo estaba apagando, fui a mirar y Jack no estaba en casa, por lo visto nuevamente no vendría a casa. Me relajó un poco en el enorme sofá, estaba tan feliz, por mi nuevo empleo, Oliver fue como un ángel que llegó en el momento justo. Me quito los tacones y me quito la falta, en ese momento solo estaba con mi blusa de satín blanca y mis pantis, voy a la nevera y tomo una cerveza —Un brindis por mi ahora tengo muchos motivos para sonreír. Caminaba hacia mi habitación cuando Jack sale de su habitación. —Jack pensé que no estabas en casa...le digo tomando un trago de mi cerveza. Dios! Jack tenia su cabello mojado y aún le goteaba un poco, camiseta blanca que se veían sus fuertes brazos y una gran espalda, yo solo pasaba saliva al verlo. —si estaba en casa, me estaba bañando, por lo visto tu acabaste de llegar. —Si Oliver me trajo a casa, bueno ahora me iré a bañar. Estaba caminando a mi habitación cuando el me toma del brazo. —Oye que haces me lastimas. Me arrincona hasta la pared del pasillo. —Se te olvida que soy tu ESPOSO Ana. —Eso lo sé, tengo un esposo Pero ausente. Los dos nos mirábamos, el no decía nada. —Vez no dices nada porque es cierto, ahora apártate Jack debo dormir. Pero el no se aparta al contrario, aprieta más su cuerpo contra el mío. —No me voy a quitar, crees que no me dolió cuando te presentaste con tu apellido de soltera y no de casada. Yo solo lo miraba, no decía nada, me veía con ira pero a la vez con decepción. —Ana porque no me dijiste de tu nuevo trabajo, con el que deberías estar celebrando es conmigo y no con un extraño. Cuando dice eso golpea la pared con un puño, yo reacciono a su acción. —A ti no te importa nada lo que tenga que ver conmigo, eso me lo has dejado claro y más cuando no vienes a casa. Volteo mi rostro para que el no me vea. —Ana yo... En ese momento se empiezo alejar un poco de mi. —Mira Jack, nuestro matrimonio no existe solo es un contrato, no hay ningún afecto, es mejor.. En ese momento el coloca su mano en mi cuello y me besa, al principio me trató de alejar pero después de unos segundos, empece a colocar mis brazos alrededor de su cuello. Sus besos son cálidos Pero a la vez con pasión, sus labios eran suaves, su lengua jugaba con la mía, nos alejamos un poco para recuperar el aliento. —Ana yo no pue... Acerco mis labios de nuevo a los suyos, no lo dejo hablar, el me alza, yo coloco mis piernas en sus caderas, me empieza a cargar y besar hasta llegar mi habitación. No parabamos de besarnos, me acuesta en mi cama con cuidado, empieza a besarme en mi cuello, yo colocaba mis manos en su cabello, el se levanta y me mira. —Que pasa porque te detienes..digo jadeando un poco. El solo me mira, me da un beso en mi frente y se levanta de mi lado. —Lo siento Ana descansa mañana debes trabajar y felicidades por tu nuevo empleo. El sale de la habitación y cierra la puerta. —Pero que carajos paso porque se detuvo, será que no le atraigo como mujer. Estaba furiosa, me levanté de la cama y me baño para bajar mi calentura, me acuesto en mi casa con mil dudas sobre el comportamiento de Jack. Estaba lista para ir a la oficina, estaba en la cocina, sirviendome un café en mi termo cuando sale Jack, me miraba. —Hola Jack, te deje un poco de café, bueno debo irme sino se hará tarde. —Ana sobre ayer. Volteo y lo miro —No te preocupes, ayer me dejaste muy claro que no te intereso como mujer. Empiezo a caminar hasta la puerta, pero Jack coloca su mano para detener la puerta. —OYE!!! que haces, llegaré tarde. —Ana no pienses eso me interesas como mujer no sabes cuánto te deseo Pero no puedo tocarte es que yo.... Lo interrumpo —Mira Jack no me importaban tus excusas tontas si y ahora apártate debo irme. —Si quieres puedo llevarte, si quieres. Lo miro, dudo un poco pero veo la hora no quería llegar tarde en mi primer día. —Esta bien gracias. Nos vamos los dos en su auto, ya íbamos llegando a la empresa de Oliver cuando por fin habla. —Espero que no se te olvide que estás casada. Yo volteo y le muestro mi mano dónde tengo mi anillo de matrimonio. —No te preocupes no me gusta mentirle a la gente. El me mira la mano, yo bajo mi mirada a sus manos que estaban en en volante, Pero el no tiene su anillo —No entiendo porque me exiges a mi, tú nisiquiera tienes tu anillo puesto. Salgo del auto golpeando fuerte la puerta y empiezo a caminar. —Ajjj mierda que imbécil no me dí cuenta...golpea el volante de su auto molesto. Antes de arrancar, se percata que me encuentro con Oliver en la entrada de la empresa, le muestro una gran sonrisa, el coloca su mano en mi espalda y nos vamos juntos. —Maldito Johnson, no se porque no le queda claro que es mi esposa. Sale de la empresa furioso y frustrado.
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