2. Golpe de realidad

1524 Words
[Luke] Molesto por la situación que había pasado con Marie y con una extraña sensación en el pecho, entré de nuevo a la casa de Ashton para buscar a Charlie, pero lo que encontré no me gustó para nada, mi hermanastro de tan solo dieciocho años estaba inhalando algo sobre una mesa, para después atacarse de risa —esa mujer es una maldita monja, pero no se me escapará, lo juro, Marianne Evans será mía y nadie lo va a impedir, ni siquiera el estúpido de Adam ¿vieron cómo se lo llevó? — dice entre risas, los demás ríen con él, pero para mí es la peor ofensa, ellos han sido amigos por años Camino hasta él y lo levanto tomándolo por el cuello de la camiseta, —vámonos Charlie— le grito teniendo cerca, él se ríe —pero miren quien está aquí, mi perfecto hermanastro, el rompecorazones Luke Jackson, holi hermanito— me dice escupiendo algo de la boca, oliendo demasiado a alcohol, no quiero armar un escándalo aquí, el rostro de Charlie muestra confusión, pero su aturdimiento y pérdida de la realidad puede más con él y comienza a reír demasiado, pero la situación no es nada graciosa, salimos de la casa y como puedo lo subo al auto y conduzco de vuelta a casa, en un tramo de la carretera nos toca un poco de tráfico, pude ver a lo lejos que hubo un accidente porque las luces de las ambulancias son demasiado potente y golpeaban mi rostro, en cuanto logramos avanzar, manejo a alta velocidad, llegando a mi departamento y bajando a Charlie casi a rastras —¿me puedes explicar cómo diablos conseguiste esa droga? — pregunto casi al cerrar la puerta, él no habla, solo se deja caer en el sofá, está a punto de quedarse dormido, pero necesito respuestas, tampoco quiero acusarlo con su padre porque ya está demasiado grandecito para hacerse responsable de sus acciones —¡responde! ¿Quién mierda te la dio? — grito, él detiene sus carcajadas y baja un poco la mirada, riendo por lo bajo —Adam, pero shhh, no le digas que te lo dije o se molestará conmigo— dice sin mirarme, con los ojos perdidos en su fantasía alucinógena, frunzo el ceño —Adam no consume drogas, ¿estás seguro de que él te las dio? — le pregunto colocando una de mis manos en la cintura y la otra restregándola en mi frente debido al estrés que esto me está causando, asiente y frunce el ceño —nunca me crees ¡soy tu hermano! No soy una mala persona— dice poniéndose de pie y cayendo nuevamente al sofá, ruedo los ojos y lo ayudo a ponerse de pie para llevarlo a la habitación de huéspedes, no puedo discutir con él ahora, sería en vano porque no puede hilar ni una sola idea… Lo dejé dormido en el sofá, no soy ni su padre ni su niñero para llevarlo hasta su cama, tomé mi teléfono y me dejé caer en mi cama, en la pantalla estaba el número de Marianne, quería llamarla y disculparme, quería escuchar su voz, solo escucharla y no hablar, me puse de pie nuevamente, encendí el computador y abrí el correo electrónico, le escribiría algo como siempre y esperaría a que me respondiera… “Querida Marie….” Pero las palabras no salieron, estuve más de dos horas intentando escribir mis sentimientos, quería expresarle todo lo que me estaba guardando, pero no pude, fui un cobarde… apagué de nuevo el computador y me fui a dormir… A la mañana siguiente, esperé a que Charlie despertara, necesitaba demasiadas explicaciones sobre lo que sucedió anoche, pero lo que más me importaba era saber lo que Marianne había dicho de él y el resto de los idiotas de sus amigos —¿Qué mierda pasó anoche? — pregunta Charlie frotando las sienes de su frente y tomando una taza para después servirse café —te drogaste y bebiste hasta perder la conciencia— respondo mientras lo veo fijamente, cruzado de brazos y recargado en la isla desayunador de mi cocina —bueno, fue la última fiesta de preparatoria, si en la Universidad me volveré igual de aburrido que tú, que bueno que la disfruté— dice riéndose por lo bajo, ruedo los ojos —necesito que me digas donde o con quien conseguiste esa droga Charlie, eres menor de edad— le digo en tono serio, el vuelve a dar una risotada —no eres mi padre, no tengo porque darte tantas explicaciones— dice rodando los ojos —no, pero soy tu hermano mayor, además anoche dijiste cosas muy graves, necesito que me digas quien mierda te la dio— le digo molesto, quiero creer que lo que dijo anoche de Adam es mentira —pues lo siento, pero esa información la desconozco, no era mía, era de Adam, él me la dio a mí, después de darse un pase el también— dice sin pena alguna, frunzo el ceño —¿Adam también se metió lo mismo que tú? — pregunto molesto, asiente —o hasta más y no es la primera vez que lo hace, desde que su madre murió… bueno, dejó de ser un buen chico y comenzó a vivir— dice sin remordimiento, tomando de su taza de café, siento una opresión extraña en el pecho, la misma que sentí anoche, aunque un poco más profunda —¿y Marianne? ¿lo sabe? ¿ella bebió o consumió algo anoche? — pregunto preocupado, Charlie rueda los ojos —tal vez, no lo sé, le perdí la vista por un buen rato, ¿puedes dejar de preocuparte por ella? ¿Qué más da lo que ella haga o deje de hacer? Además, nadie te cree eso de que solo la vez como la hermana de Adam, entiéndelo, ella nunca va a querer nada contigo, es tan mojigata, además ni siquiera besa tan bien— dice en tono burlón, pero él no sabe la verdad… —¿es por eso por lo que apostaste con los idiotas de tus amigos para ver si te acostabas con ella? Eres un estúpido Charlie, eres más idiota de lo que creí, ¿Adam lo sabe? ¿sabe que estabas apostando por su hermana? — le digo molesto, intentando acercarme más a él, casi a punto de golpearlo —no lo creo, ni siquiera ella lo sabe, no sé cómo lo sabes tú, pero supongo que Ashton estuvo de bocón con su hermano, además, de nada sirve que te preocupes por ella ahora si la dejaste irse con Adam anoche, sabiendo en el estado en el que se encontraba— dice sonriendo ampliamente, me detengo en seco y comienzo a procesar sus palabras —entonces déjame procesar lo que me estás diciendo, anoche, además de beber alcohol, ¿Adam estuvo drogándose? — pregunto un poco alterado, Charlie asiente con obviedad —y mucho, podría decir que incluso más que yo, ese chico terminará mal, por más que se lo eh dicho, no ha querido parar, espero que la estúpida de Marianne no lo haya dejado conducir— dice sonriendo de lado Me separo de él, con la respiración agitada, mi mente quiere recordar lo que sucedió anoche después de que la vi salir de la casa con Adam ¿ella iba conduciendo el auto? No lo sé, no lo recuerdo… —¿Luke? ¿estas… estás enamorado de Marianne? — la voz de Charlie me saca de mis pensamientos, pestañeo varias veces, me eh quedado sin palabras —¿lo estás? — pregunta de nuevo, sorprendido y sonriendo, incrédulo de mi actitud… asiento, asiento sin pensarlo y sonriendo lo más amplio que puedo, Charlie me había descubierto y no tenía que ocultarlo más, un golpe duro de realidad me golpeaba el cuerpo ¡la amo! ¡amo a Marianne Evans con todo el corazón! no solo es un capricho o algo pasajero —¡por Dios! ¿y porque no vas y se lo dices? Adam estuvo fanfarroneando con que se irán del país pasado mañana— abro los ojos como platos al escucharlo, ¿se irá? Necesito decirle mis sentimientos reales, necesito decirle lo mucho que la amo, lo mucho que necesito que me bese de nuevo, como aquella primera noche bajo la luz de la luna…. —carajo— digo para después correr hasta mi habitación y colocarme los primeros jeans que me encuentro Tomo las llaves del auto y conduzco lo más rápido que puedo, no podía dejar de sonreír, la amaba, siempre lo había sabido, desde nuestra primera conversación, desde nuestro primer correo, desde ese primer beso, mis sentimientos querían permanecer dentro de mi cuerpo, pero ¡ya no más! Se lo diré, le diré que la amo, a la mierda Adam y su padre, tengo que decirle que nunca jugué con ella y que esa primera vez de ambos fue lo más mágico que me pudo suceder, carajo, Marianne Evans tiene que aceptarme como novio, como esposo, como amigo o amante, pero necesito que sepa que ella es mi felicidad completa…
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