Saliendo del Muro

2567 Words
Ahí estaba yo, tirado en mi propio charco de sangre, todavía podía ver el techo de la caverna donde estaba, una de las linternas había caído al suelo, se había encendido y alumbraba un poco. La criatura había muerto y yo sería el siguiente. Pensaba en mis amigos, ¿Estarán muertos también? En breves segundos mi corazón dejará de latir y comenzaré a convulsionar para ya luego morir, si tenía cinco litros de sangre en mi organismo, seguro ya debo tener tres litros. A pesar de mi momento dantesco, tenía una esperanza, confiaba en que Max se regenerará y entrará a curarme. Pero, la última vez, tardó unos minutos para regenerarse, y esos minutos, ahora, son indispensables, significa mi muerte o mi vivir. Así que cobré algo de energía y me quité el morral; con cada movimiento que daba sentía que se desgarraba mi alma. Apretaba tanto los dientes que sentía que se quebraban. Abrí el morral, buscaba algo que me pudiera ayudar, necesitaba vivir. Tomé una de las mantas y la amarré en la herida del muslo. Con la daga comencé a sonarla contra un roca para hacer ruido por si Max me buscaba y no sabía dónde.  Escuché que algo venía por el pasillo oscuro, era una criatura de esas carroñera que había visto antes en el edificio. Solo esto me faltaba, venía a comerme. Al verme salió corriendo directamente a donde yo estaba, me terminaría de matar, pero antes de que me tocara, escuché un par de disparos y la criatura cayó muerta. Al instante entró Max y Sam.  _ ¡No! ¡Robert! ¡Max, a prisa! Max se arrodilló a mi nivel y colocó sus manos sobre mi hombro. Poco a poco y sin dolor mis huesos, mi carne, mi heridas, todo se fue regenerando, y el dolor se iba junto con la angustia, di un suspiro de vida y salté sobre los brazos de Max llorando, de todo por lo que habíamos pasado en Agua Grande, esto había sido lo más terrorífico, estar así tan cerca de la muerte es algo que no le deseo a nadie. Max, me abrazó con a un hijo.  _ Ya todo pasó pequeño. En ese momento volví a sentir esa cosa rara por Max, era un vínculo que todavía desconozco. Sam, también se acercó a abrazarme. _ Ya estás bien amigo. _ ¿Dónde está Em? _ Está afuera vigilando con Kenser, ellos están bien. Cámbiate de ropa, está muy empapada de sangre. Obedecí lo que dijo Max. Busqué en la mochila y saqué ropa limpia y me la puse. Entonces, salí con ellos. Al llegar afuera, Emma me abrazó. Saltó a abrazarme. _ ¡Robert! Que bueno estás bien. _ Antes no fue así_ Dije. _ Solo tenía segundos de vida. _ Esa bestia me estaba comiendo vivo, pero lo maté antes de eso, no salí porque había partido mis piernas. _ Esos demonios no tienen piedad_ Dice Kenser_ Y gracias a tu don estamos todos echando la historia. Con razón te buscan. Eres lo que todos quieren. _ Recuerden que no puedo resucitar a nadie, hay que tener mucho cuidado con eso. _ No tenemos la culpa de que aquí nos quieran matar_ Dijo Emma poniendo los ojos en blanco ante lo que dijo Max. _ No dije que la tuvieran, Emma. Solo digo que hagan como Robert, ante todo, busquen la manera de estar conciente, no se rindan tan rápido.  _ Hay que buscar la manera de salir ya de aquí_ Dije. _ Síganme. Los llevaré por un atajo, es más rápido pero más angosto_ Habló la araña y salió por otro corredor oscuro que iba cobrando luz con nuestras linternas. Comenzamos a escuchar gritos por varios lugares. La cueva por donde ahora íbamos era más angosta, teníamos que ir con la cabeza abajo. Por ahí apareció un esqueleto de humano, luego otro más y otro, el pasillo se llenó de muchos esqueletos humanos. _ Antes de la conversión, hubieron muchos que intentaron salir pero el hambre, la desesperación y la locura los mató aquí adentro, no es nada fácil llegar a un lugar así sin ver una luz_ Explicó Kenser.  _ Debe ser terrible para ti_ Le dije. _ Al principio lo fue, casi me vuelvo loco, siempre creía ver personas caminando por los pasillos, o escuchar voces, pero con el pasar de los años, descubrí que yo era la única criatura cuerda en estas locuras... Aquí es.  _ ¿La salida?_ Preguntó Emma, apartándonos para ver qué había adelante. _ No. Todavía les queda como media hora de camino. Había un río subterráneo, era tan sereno que no había escuchado correr sus aguas. En esa orilla estaba una pequeña barca amarrada, se veía tan frágil. _ No se cómo llegó esa barca aquí pero ahí está. Naveguen en ella por media hora, se darán cuenta que el río irá descendiendo... Se que al final del recorrido de la barca se tomarán con una puerta de acero redonda muy grande, así como un portón enorme, se abre manualmente, creo que ahí está la salida, saldrán a un bosque, si ven detrás descubrirán al muro magnético, eso es Colombia. _ Sabes mucho, me parece que ya haz salido de aquí_ Hablé dando una pequeña risita. _ Oh no, solo estoy suponiendo. _ ¿Conseguiremos monstruos en nuestro recorrido?_ Preguntó Sam. _ No. Esta zona es Anti monstruos... _ entonces se puso una mano en su boca y dijo en su susurro_ Solo yo sé donde está.  Comenzamos a despedirnos de él y a agradecer por todo su sacrificio. Nos subimos en la barca, Kenser le dió un empujón y concluyó. _ Cierran bien el portón al salir, y ya saben donde vivo por si me quieren traer la invitación para salir de este mundo moribundo. _ Por supuesto, amigo. Íbamos río abajo. Todo era tan tranquilo por aquí, se veían como peces nadar en el fondo del río que iluminaban.  _ Será cierto que vamos a salir? _ Tengo miedo a enfrentar todo esto. _ No tengas miedo Robert, estaremos contigo siempre_ Habló Sam dándome ánimos.  _ Es raro todo esto. Me refiero, este túnel está muy alejado de lo que eran los túneles del ferrocarril, esos quedaron a trás. Pero este río, está barca, y ese portón a donde vamos con una salida fuera del muro, están hecho como a propósito. O sea, lo crearon para salir... _ Para salir en caso de que algo saliera mal_ completé la frase de Max. _ Pero estos muros los crearon los chinos y no Argelia, para qué querían tener una salida, su objetivo era contenerlos a todos aquí. _ Quizá para que el gobierno de aquel entonces saliera.  _ No creo, de ser así, por qué están tan lejos de donde según estaban los del gobierno? _ A menos que..._ Hablé tomando una de las linternas y enfocandola al frente, había un pequeño muelle con una plataforma de metal y al frente se veía el portón, era grande, como de cuatro metros de diámetro. Nos bajamos de la barca cuando esta ya estaba bien asegurada. En el portón había un nombre tallado, se leía: "Argelia Corp".  _ Lo sospechaba. Todo esto siempre ha sido un proyecto de Argelia, el conflicto político, la guerra, el muro, todo siempre estuvo preparado por Argelia. _ Eso lo hace más macabro_ Se estremeció, Emma.  Nos acercamos a la puerta, giramos la manilla y entre los cuatro empujamos abriendo el portón. Lianas y maleza estaban frente a la puerta, se abría un pasillo lleno de árboles frondosos, caminamos un poco y el portón se quedaba atrás y se escondía perfectamente, era difícil conseguirlo o verlo.  Por fin, después de tanto, el sol no era rojo. Nos quitamos los lentes arcoiris y vimos al cielo azul. La selva o bosque habían desaparecido, había un desierto en su lugar. Se escuchaban ruidos como de maquinaria trabajando en algo.  _ Kenser, había dicho que habría un bosque, pues no lo veo. _ Seguramente la última vez que él salió sí lo había, pero ya desapareció... como todo en nuestro mundo. Volteé atrás y ví el imponente muro rojo realizando ese sonido eléctrico aterrador. _ Y atrás quedó la Zona Restringida_ Dijo Sam.  _ Debemos buscar un lugar para que nos lleven a algún Nave Puerto. Nuestro primer destino será Paraguay. No habíamos percatado que Max, estaba rodilla al suelo y cara al suelo. Tenía lágrimas en sus ojos.  _ Max, ¿Estás bien? _ He salido de esa prisión. Tantos años después y ahora estoy aquí. Yo sé que desde que iniciamos todo esto tenemos un solo objetivo pero, ahora que me siento tan libre solo deseo realizar una sola cosa y es buscar a mi familia, necesito ver si mi esposa y mi hijo a un viven. Quiero abrazarlos y contarle todo esto. _ A pasado mucho tiempo Max. Tal vez estén muertos. _ Seguramente Robert. Pero que tal si no. Existe la posibilidad de que se hayan aplicado el Suero Azul. _ De ser así. ¿Te imaginas la reacción al verte? ¿Crees te reconozcan? Tu esposa tal vez se volvió a casar y tenga otros hijos. No tolerarías eso. Se volverán locos al verte. Además, este un mundo completamente nuevo para ti. No puedes andar solo, te expondrías a ser visto por Argelia. Me parece que sería mejor continuar con los planes originales. Vamos a Paraguay, buscamos a mi familia, podemos quedarnos allí unos días mientras nos informamos más sobre Argelia Corp, tengo un amigo que es un hacker en todo de las Redes Oscuras, él podría ayudar. En casa estarán bien.  Cuando Max comprendió que no podía valerse por si solo, comenzamos a caminar por ese desierto pequeño, nos dirigíamos a unas torre purificadoras de aire, seguro que conseguiremos a alguien. _ No haz pensado que al pasar por el Nave Puerto, todo el mundo; incluyendo Argelia Corp se enterará de ti, y todos querrán saber qué pasó con la expedición de Katamoto. _ Emma tiene razón, Robert. Te llevarán para interrogarte y todos los planes se arruinarán. _ Creo que es cierto. Fue algo en lo que no pensamos. _ Debe existir alguna forma de salir de aquí sin ser vistos.  Llegamos a las purificadoras, no vimos a nadie cerca, pero si vimos a una vehículo estacionado afuera. _ Están pensando lo mismo que yo?_  Salimos en sigilo, violé la seguridad del vehículo y abordamos. Extrañaba estos vehículos. Max quedó boquiabierta al ver lo lindo que era por dentro. Tomé el control del volante y salimos, al instante ya estábamos en una nave vía rodeado de decenas de más vehículos. Max, tenía la cara pegada a la ventana viendo todo eso. Todo era tan sincronizado, tan lleno de luces, de pantallas, de vida.  _ ¡Esto es increíble! _ ¡Bienvenido al futuro!_ Le dije. Los edificios comenzaron a aparecer y más vías se iban uniendo, más autos, más publicidad, más luces, más colores. _ ¿Puedo abrir la ventana? Quiero escuchar todo esto esto. _ Todavía no. Te quedarás sordo. Debemos buscar un lugar para cambiarnos de ropa y comprar alimentos.  Sam, que estaba a mi lado, revisó en la guantera del vehículo y consiguió una billetera con algo de efectivo. _ Creo que esto servirá.  Seguimos manejando como por dos horas hasta llegar al centro de esa ciudad en Cucuta. Los edificios no eran tan altos como en j***n pero si de varios pisos. La publicidad no era desbordaba con en j***n, todo era más relajado. Estacioné frente a un establecimiento llamado "La compra", era lago pequeño pero conseguiríamos lo necesito. Entramos, la gente se nos quedaba viendo, los hombres ya se nos veía algo de barba, y Emma estaba toda desgreñada. _ Me compraré un tinte para el cabello.  Me ví en un espejo de cuerpo completo, estaba muy delgado ya. Compramos ropa y artículos para asearnos, debíamos buscar ahora un hotel y por lo menos descansar una hora. Eso hicimos. Llegamos a un hotel cerca de allí llamado "Listonia".  La gente nos seguía viendo cómo si fuéramos locos. Pedimos dos habitaciones en el mismo piso. Emma, por ser la única chica se quedaría solo. Nos dimos solo una hora para asearnos. La habitación era amplia y con vista a otro edificio cercano. Al entrar, los objetos comenzaron a salir de sus escondites dejándose a la vista. Max se asustó a la primera. _ ¡Pero que mierda! _ Tranquilo. Es normal. _ Pero cómo es posible...? _ Estás en el futuro_ Dijo Sam y entró en el baño. Todos nos rasuramos, nos bañamos, nos pusimos ropa limpia y nueva y adaptada a la época. Emma, tocó nuestra puerta para ver si ya estábamos listos para ir a comer, y nos dejó sorprendido con su cambio. Su cabello ya no era n***o, ahora era blanco, lo que le resaltaba mas sus ojos verdes, llevaba maquillaje, y su ropa se le veía muy bien. _ Pero miren que guapos_ Dijo ella entrando al cuarto. _ Tu estás hermosa_ Babeó Max.  _ Aunque no lo creas así la conocí yo, Max. La detective Emma Thasher, una de las más influyentes y mira donde está huyendo para ayudar a la humanidad. _ Ya que harán que me sonroje. Y tú, no trates de ganar puntos conmigo_ Le dijo a Max. Entonces salimos de la habitación con rumbo a comer. Ya el hambre era tenaz.  "Bienvenidos a Cucuta, tu decides si te quedas... No olvides comprar lo último en abrigos... Librería digital, puedes recargar todos los libros nuevos... Tu familia es lo más importante por eso..."  Todo eso era la publicidad ambulante que chocaba con nuestras caras al caminar por la acera en busca de un establecimiento para comer. Max estaba como niño chiquito, trataba de tocar a los hologramas y nosotros reíamos. _ Cuando yo era pequeño, los mundos así solo lo veíamos en las películas de ciencia ficción. _ Entremos ahí_ Invitó Sam al ver un pequeño restaurante. _ Sean bienvenido. Los llevaré a una mesa_ Decía una mujer muy amables. Llegamos a la mesa cuatro, el estacionamiento no estaba lleno de personas, solo dos mesas ocupadas y ahora nosotros. La tabla de la mesa era una pantalla que exhibía el menú, y los precios.  _ Guao! Esto está muy costoso. Creo que ya el efectivo no alcanzará. Llamé a la mesera. _ ¿Ya tomo su orden? _ Quería saber, ¿Por qué está todo tan costoso? _ Desde que se paralizó la refinería de diamante en México toda la economía se ha vuelto loca. Todo es una locura por aquí, los países latinos somos los más afectados. _ Claro... En breve la volvemos a llamar para ordenar. Gracias. Ella se vuelven a ir. _ Creo que las cosas no están muy bien por acá, Robert. _ Eso veo. _ Yo puedo pagar, tengo mucho dinero, si nadie a bloqueado mis cuentas, creo que podré pagar con mi huella dactilar. Tengo mucho dinero. _ Presumida_ Dijo Sam.  _ Gracias Em... Vimos de nuevo los platillos y pedimos por fin. A los segundos, nos sirvieron. Ví la comida y dije: _ No habrá comida como la de los Gilbinder.  _ Insuperable_ Se acordaría Sam de aquellas delicias.  Aquí solo teníamos pálidos vegetales. Allí nos quedamos comiendo, debíamos recobrar fuerzas para lo que se avecinaba.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD