Amanecer

1602 Words
Salimos del lugar. Yo estaba algo asustado, la idea de llevar la carga de responsabilidad sobre mis hombros, pero soy de los que cree en el destino, las cosas suceden por razones lógicas, y si me va a pasar lo que se ha predicho entonces debo seguir adelante y luchar manteniéndome fuerte.  Nos fuimos a dormir esa noche. Estábamos tan agotados. Caí en la cama y me llegó a la mente ese rico banquete cargado de proteína animal, no quiero saber que animales eran, pero lo que sí sé es que eran deliciosos. Los Gilbinder son, hasta ahora, las criaturas más cercanas a la civilización humana, sus recuerdos siguen intactos y no como los Cherezadis que solo la líder tiene esos recuerdos. La mente humana es un universo casi inexplorable. Lo bueno es que dormí toda la noche sin ser despertado por ruidos aterradores o cosas extrañas. A la mañana siguiente, desperté con los rayos de sol que entraban por la ventana panorámica. Me estiré un poco, y me levanté, caminé a la ventana y ví todo afuera, se veía más grande de lo que había visto el día anterior. Yas los Gilbinder hacían sus labores del día y era un pueblo muy alegre. Me lavé la cara y salí a caminar por los pasillos. Los sirvientes al verme hacían una pequeña reverencia y seguían su camino. Vuelvo a decirlo, el lugar era muy limpio y olía delicioso, como a coco. Seguí caminando hasta llegar a la salida del edificio. Salí, el sol estaba muy brillante, con un cielo despejado. Me adentré a las calles llenas de Gilbinder que iban de acá para allá. Algunos me saludaban cortésmente. No ví vehículos que los transportara a excepción de las barcas y el camión que se usó en la noche para ir a los muros. Una niña que iba con su madre se me acercó y me regaló una flor, la flor parecía tener tentáculos, de hecho se movía a los lados, era amarilla. De pronto, la flor se puso en mi mano y se tatuó en ella, fue como si la flor se hubiera impregnado dentro de mi piel, se veía hermosa, aunque me asusté un poco. _ Se llama "El vínculo de unión". No todas las flores 'Mapum' hacen eso, ellas saben a quien elegir_ Decía el mano derecha del jefe YarSo; Keredalla, venía con una tasa de café para mí_ Las Mapum dan buena suerte a quien se adhieren, y sabiduría. _ Es lo que necesito apartir de ahora. ¿Y se quedará ahí para siempre?  _ Si tú así lo deseas. Mira_ me mostró una Mapum roja impregnada en su cuello_ Lleva más de treinta años ahí, no se a ido porque realmente me a ayudado mucho. Antes era tosco a la hora de tomar decisiones, me quedaba con lo primero que pensaba, pero esta florecita me ayudó ser más sabio y pensar antes de actuar.  _ De ser así, no desearía que se fuera nunca.  _ Aquí se vive bien Robert. Recuerdo mi vida antes de la conversión y no se compara con esto_ Seguimos caminando por las calles, pasábamos por una fuente de agua llena de crustáceos en su interios_ Yo vendía caramelos y chocolates en los autobuses, era el único medio que tenía para ganarme la comida del día. Nunca estudié una gran profesión, vivía prácticamente en la calle. Cuando pasó todo esto de la guerra yo estaba en casa de mi abuelita, entraron a la casa y lo destruyeron todo, a mí me metieron a la cárcel y mi abuela murió. Días después llegaron los de Argelia y me liberaron, pensé que era mi salvación pero llegó la conversión y me convertí en esto, en el pasado hubiera sido una criatura horrorosa, pero YarSo nos dejó ver que la belleza está en nuestro interior y mira donde estoy, de ser un vendedor ambulante, ahora soy el mano derecha de un buen líder en mundo increíble. Lastima que todo esto deba acabar y convertirse en nada. _ Tranquilo, si se logran los planes, pronto estaremos aterrizando en un planeta parecido a estas tierras y tendrás lo que tienes aquí. Él dió una pequeña sonrisa.  Entonces le pregunté: _ ¿Que tienen los árboles bailadores? _ Son unos árboles carnívoros en realidad. Segregan una sustancia que adormece a sus víctimas y luego se las devoran. _ ¿Por qué los Cherezadis nos enviarían ahí? Nos dijeron que en los árboles bailadores podíamos descansar para seguir nuestro camino.  _ Hay muchas construcciones a su alrededor, seguramente a eso se referían. Los Cherezadis han sido buenos amigos de nuestra tribu aunque últimamente ya no se la pasan por aquí. Los salvajes se han vuelto muchos y la gran mayoría le tiene miedo.  _ De eso me di cuenta la otra noche. Por cierto, vimos unas criaturas muy parecidas a dinosaurios, ¿Qué son? _ Hay muchas criaturas parecidas a dinosaurios, seguramente eran los Coscos, son carnívoros diurnos, nunca hemos sido atacados por ellos, lo hacen si se sienten realmente amenazados. _ Hola. Señor Keredalla, nuestro jefe desea verlo_ Era Kosovo quien daba la información. _ Fue un placer hablar contigo, Robert. El hombre se retira y Kosovo se queda conmigo.  _ ¿Dormiste bien? _ Muy bien. De todas las noches que he pasado por aquí, esta fue la mejor.  _ Que bien. Y tu amigo, Sam, ¿Aún duerme? _ Creo que sí. Todavía no lo he visto... Te cae bien Sam, cierto? _ Se parece mucho a mi hermano_ Sacó una vieja fotografía de un bolsillo de su vestimenta y me la mostró_ Era pelirrojo también. Cuando Venezuela entró en crisis mi familia no tenía para comer, mi papá se suicidó, mi madre se fue y nos dejó a mi hermano de quince y a mí solos. Tuvimos que luchar por nuestra cuenta. Pero un día, mi hermano y yo entramos a una casa que creíamos estaba vacía. Registramos buscando comida, ya llevábamos dos días sin comer, pero la casa no estaba sola, vivía un hombre que tenía un arma y cuando vió que le robabamos, disparó y la bala dió en el pecho de mi hermano. Desde ahí quedé más que solo. Cuando ví a Sam por primera me recordó mucho a él. _ Es que realmente se parecen en esta foto_ Dije algo sorprendido al ver la foto.  _ Me hubiese gustado que mi hermano estuviera aquí. Por lo menos que hubiésemos muerto los dos ese día.  _ Lamento lo de tu hermano. Yo también tengo un hermano, y lo extraño cada día de mi vida. No tengo ni una foto de él para mostrarte.  _ Cuando salgas de aquí y antes de que comience todo lo que vas a hacer por la humanidad, deberías ir a buscarlo y mantenerlo cerca a ti, es muy triste cuando buscas y no encuentras.   Me parece que los Gilbinder tienen historias más dolorosas que los Cherezadis, pero viendo todo desde un punto de vista bastante imparcial, todos aquí han sufrido antes y después de la conversión. Hasta la más mínima hormiga.  Mi compañero Kosovo, me llevó a una parte a la orilla de la laguna. Varias barcas salían de y llegaban. Animales de todas las formas hacían vida en ella. Entonces, Kosovo se se subió en una plataforma de madera y me invitó a subir, no era muy estable pero subí con su ayuda. Con una vara la empujó hasta que llegamos más allá, en el centro de la laguna. _ Veo el fondo y me da miedo. Es tan oscuro. _ Debes aprender a no tenerle miedo a las cosas que son feas o misteriosas. En todo lo harás por la humanidad debes dejar el miedo. A veces, las cosas más hermosas se encuentran en sitios llenos de tenebrosidad. Kosovo me agarró por los hombros demasiado rápido y juntos caímos al lago, lo que hizo lo hizo con alevosía. Me apretaba a su cuerpo para que yo no saliera a la superficie, él, con sus piernas delgadas nadaba a lo más profundo de la laguna, ya casi no veía la superficie, y fue ahí donde él me liberó. El panorama abajo era inexplorable. Todo estaba iluminado. Criaturas nadaban de un lado atrás entrando y saliendo a lo que eran casas o algo así. Todos los animales tenían luz propia y eran realmente hermosas. _ Nada es lo que parece. Desde arriba viste oscuridad, al entrar, la luz se hace evidente_ Habló Kosovo, dejándome más pasmado. Pero, ¿Cómo era que podía hablar? ¿Cómo podía yo respirar en lo profundo? Tomó mi mano y me llevó a otros lugares ahí abajo, resulta que pegado en los muros de la laguna habían cúpulas de cristal transparentes y adentro se veían a los Gilbinder haciendo vida. Seguimos nadando y llegamos a lo que era una plataforma con un conexión que llevaba adentro de la construcción, pero antes de entrar, una especie de sirena se acercó a nosotros, me tomó de la mano y dijo: _ ¿Me lo prestas? Lo llevaré a pasear por el océano. Yo abrí mis ojos algo asustado, Kosovo dijo: _ Está bien. Me lo traes completo... Nos veremos en la comunidad. La sirena, mucho más grande que yo, me subió a su espalda y me llevó nadando por aquellas profundidades acuosas, más allá de la laguna, por en medio de criaturas increíbles, llenas de vida, llena de luces. Creo que la voz de que yo seré su salvador se ha regado por todo ese lugar ya que muchos confiaban en mi con tan solo verme.
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