Todos los fines de años, se celebra el aniversario de la empresa en donde trabajo, siempre era una cena sencilla entre los altos mandos y algunos buenos clientes. Fui solo una vez, y no me dio ganas de ir de nuevo, eran muy aburridas.
Pero este año es diferente, vendrá el nuevo CEO, el hijo y heredero del imperio más grande del país de perfumería y cosmetología. Su padre dejaba todo en sus manos y se retiraba, para tener su merecido descanso, después de 30 años de trabajo arduo. Si bien yo hacía unos 5 años que trabajaba en el sector que dirigía la Hermana del jefe, esperaba continuar ahí, o al menos no ser despedida, me gustaba el trabajo y la empresa cumplía con los pagos con un sueldo acorde a mi desempeño, estaba cómoda y conforme.
Mi jefa me entrego una tarjeta de invitación para esa noche, aunque ya estaba invitada, solo era un formalismo, y para asegurarse de que no me olvide y que efectivamente concurra a la fiesta.
Ya tenia preparado mi vestido n***o y largo, con un amplio tajo, que llevaba por encima de la mitad del muslo, se pegaba al contorno de mi figura, por suerte el gimnasio hizo efecto estos últimos meses, y me sentía lo suficientemente confiada para portar con orgullo y elegancia este vestido, teniendo un escote generoso, si bien no tenía pechos exorbitantes, por la forma del vestido, hacía parecer que tuviera al menos dos talles más de corpiño.
El hotel que se eligió, era muy lujoso, fui acompañada por una moza a donde estaba mi mesa, en la cual estaba mi jefa al lado, y otros chicos de mi oficina, que serían como mis subalternos. Eso explica el porqué no tenía amigos o una relación más cercana con ellos, para evitar mal entendidos.
Era un evento mucho más organizado, a comparación con las primeras cenas, había presentadores, desfiles, lanzamiento de novedades, reconocimiento de logros, y sobre todo al director saliente, era homenajeado y ovacionado por todos sus empleados.
Pasado todos los espectáculos, se hizo la presentación del hijo, todos quedamos impactados, era alto, fornido, una sonrisa encantadora, y no podía detallarlo más, pero parecía muy hermoso.
Ya entrada la noche me voy al baño, mientras evitaba a la gente bailando y disfrutando, estando ya un poco tomados. Yo también había estado bebiendo y riendo con mis compañeros, mientras la jefa estaba con su familia.
Cuando salgo del baño, choco con alguien de frente, Dios, nunca vi un hombre tan bello, el solo acortó la distancia que había entre ambos, me tomó de la nuca y estampó su boca contra la mía, por supuesto no lo rechace y seguí el beso. Era embriagador, me desarmaba en su brazos.
Sentimos unos pasos acercarse, nos separamos, con la respiración entrecortada, yo volví hacia el área de los salones y él siguió de camino a los baños.
En toda la noche no lo volví a ver, ni él tampoco volvió a buscarme.