ELINA
Cuando entro al hospital noto todas las miradas sobre mí, y los murmullos que no tardan en empezar tan pronto como empiezo a andar buscando el consultorio del médico real, me siguen por todo el camino como un enjambre de abejas, y aunque trato con todas mis fuerzas de ignorarlos, es bastante difícil no escuchar algunas de las frases que sueltan las personas a medida que sus miradas se posan en mí:
“Escuché que ella y los Rogues están confabulados para matar al rey…”
“¿Por qué camina así? Se cree superior por ganar una competencia,”
“Creo que es bastante bonita,”
“Se me hace familiar, ¿la habíamos visto antes?”
“Pues claro, tonta, en la competencia,”
“No, antes de eso,”
“Ah sí, con la enfermera de la manada Onyx,”
“Escuché que mató a su madre en el parto…”
Me detengo casi completamente, a punto de golpear a quien sea que haya dicho eso último, pero una mano se posa sobre mi hombro firmemente y cuando giro mi cabeza me encuentro de frente con un hombre bastante mayor de penetrantes ojos azules y cabeza de cabellos blancos, quien me está dirigiendo una sonrisa amable.
“No vale la pena, si pierdes los estribos dentro del hospital podrías causar bastantes daños y no queremos eso, ¿verdad?” él me habla con una voz rasposa y cordial.
“No iba a perder los estribos, sólo le quería aclarar unas cuantas cosas,” yo respondo defensivamente.
“Estoy seguro de que no querías causar ningún daño, sin embargo, acabas de tener tu primera transformación completa y eso altera un poco tu estado de ánimo por un par de semanas hasta que tu lado humano se acostumbre a tener un lado animal tan presente, así que mientras eso sucede debes tratar de evitar las confrontaciones tanto como puedas o podrás arrepentirte de las consecuencias,” él me dice de forma calmada mientras me guía hacia su consultorio el cual está ubicado al final del pasillo, es un espacio grande e iluminado, decorado de forma minimalista pero al mismo tiempo elegante, se siente un ambiente de calma que es bastante agradable y completamente opuesto a lo que estoy acostumbrada en la enfermería de mi manada.
“Está bien, lo siento,” yo murmuro un poco avergonzada, mientras aprieto con fuerza mis manos que ya estaban temblando por la ira.
“No tienes por qué disculparte, es parte de nuestra naturaleza ser impulsivos, y más aún en tu caso, los alfas tienen el lado animal de sus lobos mucho más fuerte y presente que el resto de nosotros, y si hablamos de alfas con linaje real, como es tu caso, se hace aún más fuerte el instinto de tu loba de querer tomar las riendas, no es algo por lo que debes avergonzarte, pero sí debes empezar a entrenar para controlarla, tu loba puede ser tu mejor amiga, Elina, pero también puede llegar a convertirse en tu peor enemiga si la dejas tomar las riendas de tu vida,” él me dice con una seriedad que me pone los pelos de punta.
“Usted sabe mi nombre, pero yo no sé el suyo, doctor,” le digo con curiosidad y él suelta una pequeña carcajada.
“Así es, lo siento, creo que olvidé mis modales… mi nombre es Phillip, soy el médico encargado de la familia real,” él dice simplemente y yo frunzo el ceño de inmediato.
“Pero yo no soy parte de la familia real,” le respondo casi de inmediato.
“Eso ya lo sé, y aunque no pertenezcas a esta familia real, sí tienes sangre real y eso es todo lo que necesito saber para poder tratarte,” él me responde y cuando ve mi expresión llena de confusión, se apresura a explicarme:
“Hay una razón por la que existen familias reales en nuestro mundo, Elina, no es simplemente el resultado de una sola familia autoproclamándose reyes ante los demás y estos aceptándolo sin más, la mayoría de familias reales son descendientes de los Lycans, la r**a más pura de hombres lobo que haya existido y que lamentablemente ya están extintos, es por esa razón que los hombres lobo con sangre real son más grandes, más fuertes y mucho más poderosos que el resto de nosotros, sus cuerpos sanan más rápido, tienen más resistencia, pero también los hace más sensibles a algunas cosas, por ejemplo: es muy extraño que un hombre lobo con linaje real no encuentre a su pareja destinada, ya que la atracción se siente mucho más fuerte que para los otros lobos, y aunque también necesitan del ritual de apareamiento para poder saber con absoluta certeza si están destinados, es más fácil identificar a tu pareja aún antes del apareamiento.
No sólo eso, también eso los vuelve más sensibles a dejarse llevar por su lado animal y perder los estribos con facilidad, sienten las cosas con más fuerza que el resto, incluyendo el dolor por la pérdida de su pareja destinada, pueden enloquecer o morir por ello; es por esto que no pueden simplemente ser tratados por cualquier médico, necesitan a un experto en el área y el rey Bastián lo sabe muy bien, por esa razón te envió conmigo directamente,” él me dice y yo siento que mi cabeza da vueltas con tanta información.
“No sabía casi nada de lo que acaba de decirme,” le confieso mirándolo con curiosidad.
“Bueno, pues es apenas lógico, creciste lejos del palacio en donde desde pequeños se les enseña todo sobre su especie, y tus padres adoptivos no deben tener ni idea por lo que no podrían haberte enseñado nada de esto, pero no te preocupes, ahora que estarás en la guardia real podrás aprender muchas más cosas,” él me dice con una sonrisa amable y luego procede a iniciar un examen exhaustivo de mi condición física.
Al finalizar el examen, el doctor me da una serie de recomendaciones que debo seguir para mejorar mi condición física y poder alcanzar mi potencial total, y salgo de su consultorio sintiéndome mucho más animada y motivada para mejorar tan pronto como pueda empezar a entrenar con la fuerza élite, lo cual será dentro de una semana cuando finalice el festival de la luna de sangre.
Así que regreso de vuelta al palacio completamente absorta en mis pensamientos e ignorando por completo los comentarios que me siguen por donde quiera que voy, y tan pronto como entro al palacio y me dirijo hacia las escaleras para ir a mi habitación, me choco de frente con alguien y por poco caigo de espaldas por la fuerza del rebote, cuando levanto la vista me encuentro de frente con una mujer alta, de cabello n***o y corto justo por la línea de su mentón definido, ella tiene unos rasgos fuertes pero hermosos, ojos grises penetrantes enmarcados con unas cejas negras perfectamente perfiladas, nariz afilada y labios rojos que están torcidos en una media sonrisa.
“Lo siento,” murmuro de inmediato y su sonrisa se ensancha mostrando una fila de perfectos dientes blancos.
“Así que tú debes ser ella,” la mujer dice con un tono extraño.
“¿Quién?” pregunto confundida.
“La chica Bloodmoon de la que tanto hablan, me dijeron que ganaste la competencia ayer, es una lástima que me lo haya perdido, debió haber sido un espectáculo digno de admirar, mi hermano no para de hablar sobre ello y ya se está volviendo molesto,” ella dice con un tono de fastidio.
“Lo siento, pero ¿quién es tu hermano?” le pregunto sin poderme contener, aunque sé que debí haberle preguntado su nombre primero.
“August,” ella dice como si fuera obvio y mi corazón se detiene por un momento, “August Cross, el Beta del rey Bastian,” ella añade haciendo un énfasis molesto en el nombre del rey.
Así que ella es Iris Cross, la novia del rey.